Oh! Parece ser que estás usando adblocker y lo respetamos. Por eso podrás seguir disfrutando de nuestros contenidos sin problema pero quisiéramos pedirte que lo desactivaras para nuestro site. Ayúdanos a seguir adelante y a luchar por aquello en lo que creemos.
Now
La muerte de un ejemplar protegido es la evidencia de que los balleneros son incapaces de reconocer qué tipo de ballena están cazando, pero a este millonario eso le da igual.
25 Julio 2018 10:57
Kristján Loftsson es un multimillonario islandés dueño de la empresa ballenera Hvalur hf. Su empresa es la responsable de la muerte de un extraño ejemplar híbrido de ballena azul y rorcual común.
La mataron pensando que se trataba de un rorcual, cuya caza es legal. La ley de Islandia es contradictoria en este aspecto, ya que a pesar de permitir su caza, prohíbe que se comercie con su carne. Matar ballenas azules es ilegal porque se trata de una especie en peligro de extinción.
Según la organización conservacionista marina Sea Shepherd UK, la compañía de Loftsson ha matado a 22 ballenas desde el 20 de junio de 2018. Las pruebas de ADN que han demostrado que se llevaron por delante a un ejemplar único y perteneciente especie protegida no han frenado a la empresa en seguir con sus quehaceres.
Hablando con Independent, Loftsson se justificó que su empresa suele cazar ballenas de aleta, y que “cuando cazas, solo ves la espalda de la ballena, así que parecía una ballena de aleta. Cuando vemos ballenas azules siempre las dejamos”.
Sigursteinn Masson, representante del International Fund for Animal Welfare ve claro que el oficio de los balleneros tiene demasiados riesgos para poder seguir funcionando así:
“El asesinato de este híbrido entre ballena azul y ballena de aleta demuestra la dificultad de los balleneros para identificar qué especie están cazando realmente.
Ahora que las evidencias han sido confirmadas, volvemos a hacer un llamamiento por una prohibición inmediata y permanente de esta práctica para prevenir futuros daños a estas especies protegidas que no solo juegan un rol crucial en el ecosistema marino, sino que también representan una gran herencia nacional y cultural”.
A Loftsson las críticas de los conservacionistas le importan entre poco y nada: el dueño de Hvalur hf dijo a indy100 que su empresa tiene permiso para matar 161 ballenas esta temporada, que empezó en junio, y no tiene intención de parar su negocio hasta acabar con todas ellas.
share