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Artículo Esta policía rastreó a un violador serial durante 3 años y lo ubicó por Facebook Now

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Esta policía rastreó a un violador serial durante 3 años y lo ubicó por Facebook

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La investigadora Ángela Valakitsis. Foto: cortesía
 

La investigadora de delitos sexuales Ángela Valakitsis persiguió durante 3 años a un sujeto que violó a 13 mujeres en Colombia

19 Diciembre 2019 00:43

A finales de agosto de 2015, la patrullera Ángela Valakitsis atendió una denuncia de violación de una mujer que se encontraba recuperándose en un hospital. Cuando tomó el caso, no tenía idea de que sería un investigación que duraría los tres años siguientes.

La víctima relató que su violador se le había acercado en la calle preguntando por una dirección. Luego comenzó a coquetearle, le pidió el teléfono, chatearon por WhatsApp y la invitó a salir. La recogió en su casa, dieron un paseo en moto y él le pidió que lo acompañara a cobrar un dinero. Dijo ser cobrador de un banco. Cuando llegaron al sitio —en una zona boscosa— la mujer se asustó y, al exigir que la llevaran a su casa, la violaron.

Luego le quitó todas sus pertenencias —incluido el teléfono— y tiró su ropa lejos. Tenía una navaja y la amenazó diciendo que si lo denunciaba, la mataría a ella y a su familia.

¿Un violador en serie?

Ángela es investigadora líder de la Unidad de Delitos Sexuales de la Sijín (la unidad encargada de las funciones de policía judicial en Colombia) de la ciudad de Armenia. Un mes después del primer caso, la notificaron de otra violación.

La víctima describió al mismo hombre “mono” (como se le llama en Colombia a las personas de piel y pelo claro), de ojos claros, alrededor de 1.70 metros de estatura, entre 35 y 38 años, que se hacía llamar Andrés, manejaba una moto negra y decía ser cobrador de un banco. También la había abordado en la calle, la había llevado al mismo sitio que a la primera víctima y la había violado.

“Un año y medio más tarde, cuando ya íbamos en 7 víctimas, Medicina Legal nos envió el informe realizado con el análisis de ADN del victimario —que es la única evidencia física con la que contábamos— y así pudimos confirmar que se trataba de la misma persona en todos los casos. ¡Era un violador en serie!”, cuenta la investigadora a PlayGround.

El perfil criminal

Valakitsis llevó a cabo un perfil criminal del que sería su único sospechoso y determinó que podía tratarse de una persona con antecedentes penales por hurto, lesiones personales o violencia intrafamiliar.

“Creíamos que —posiblemente— era alguien que trabajaba o vivía cerca al lugar donde violaba a sus víctimas. Podía ser un integrante de la fuerza pública, o un vigilante, o un trabajador del campo, o un cobrador de una empresa, porque las víctimas decían que les hablaba a la hora del almuerzo, por eso creíamos que trabajaba. Y como también mencionó que salía más o menos cada mes, podía ser un soldado”.

Ninguna de sus víctimas (entre los 12 y los 49 años) lo conocía, y lo que todas tenían en común era que a simple vista podían ser identificadas como mujeres vulnerables. A 11 de sus 13 víctimas las conoció en la calle y les coqueteó amablemente, y solo a 2 de ellas se las llevó amenazándolas con un cuchillo o un arma de fuego.

¿Cómo lo encontraron?

“Con la ayuda de Dios”, responde la investigadora entre carcajadas. Y lo que sucedió fue quizás tan complejo y elaborado como creer en cualquier dios: “Hace unos años en Colombia, los conductores de motos tenían que ponerse un chaleco que decía la placa del vehículo, y una de las víctimas alcanzó a quitarle al hombre su chaleco. Así es como llegué al dueño de la moto. Pero no estaba, porque vivía en EE. UU. y además la había vendido hacía 2 o 3 años”.

Entonces Valakitsis se dirigió al establecimiento donde se realizó la venta, allí encontró el recibo de la transacción y luego se fue a buscar al comprador hasta la ciudad de Pereira para interrogarlo. El hombre dijo que le había regalado la moto a un hijo, pero que como no tenía papeles, esta se encontraba en un garaje.

“Cuando le pregunté por el chaleco, no supo qué había hecho con él y no respondió. Yo ya sabía que ese no era el sospechoso, porque su aspecto físico no concordaba con la descripción de las víctimas. Pero sospechaba que debía estar relacionado con el violador”.

Nuevos ataques

Ya había 10 víctimas, y partir de esa conversación —ocurrida en abril de 2016— no hubo otra denuncia. “Andrés” estaba desaparecido.

Año y medio más tarde, en septiembre de 2018, hubo una nueva víctima, la número 11, pero esta vez las cosas habían cambiado. No la atacó en el lugar al que siempre acudía ni le dijo que era cobrador de un banco. A ella le contó que tenía un hijo y una hija en Pereira.

“Ahí yo me acordé que el sospechoso le había contado a otra víctima que la mamá de sus hijos vivía en España”. Y así cambió su estrategia.

La investigación se desplaza a Facebook

La investigadora creó un perfil falso y comenzó por buscar la cuenta de Facebook del dueño de la moto, aquel que no recordaba qué había pasado con el chaleco. Así encontró a su esposa, que le llamó la atención porque era “mona” de ojos claros, como el sospechoso. Y en su perfil llegó a las fotos de un evento familiar donde encontró a un joven “mono”, alto y de ojos azules, era su sobrino.

“Eran las características del sospechoso, pero no podía ser él porque éste era un jovencito que no encajaba en el rango de edad que estábamos buscando. Entonces me metí a su perfil, tratando de identificar al papá, pero como no lo encontré, me dediqué durante 15 días a chatear con el joven y a sacarle información. Y me contó que tenía una hermana menor que —como el— vivía en Pereira, que la mamá vivía en España y el papá viajaba mucho entre Armenia y Pereira”.

Estaba convencida de que había identificado al sospechoso, quien para ese momento ya llevaba 13 víctimas, 2 de las cuales (las últimas) había violado el mismo día, a principios de octubre de 2018. La violencia había comenzado a escalar.

La captura

Con toda esta investigación, Valakitsis pidió en la Registraduría de la Nación toda la información sobre el joven "amigo" de Facebook y así obtuvo los datos de su padre. Se hizo un reconocimiento fotográfico del sospechoso con algunas víctimas y finalmente lo identificaron. "Andrés" fue detenido mientras conversaba en la calle, cerca de su casa.

El proceso penal

El presunto violador en serie de 13 mujeres operaba en el departamento de Quindío, Colombia, en las ciudades de Armenia, Calarcá y Circasia. Actualmente, se encuentra en desarrollo el proceso penal en el que se le acusará de siete violaciones. Además de los testimonios de las víctimas, estos casos cuentan con evidencia que los comprobaría científicamente.

Por motivos personales, seis de las víctimas decidieron no colaborar con la investigación.

"Andrés" asegura que todas las mujeres quisieron estar con él: “Siempre dice que todas quisieron, que no las obligó", concluye la investigadora, "porque es muy lindo”.

policía colombiana

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