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Inventan una capa de invisibilidad y logran ocultar por completo un objeto

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Aleks Dahlberg
 

No es magia, es ciencia

PlayGround

03 Julio 2018 14:22

En Hogwarts la usaban a diario para recorrerse los pasillos del colegio sin que les pillara el conserje. Pero la invisibilidad -que ojalá la tuviéramos al alcance de la mano en las comidas familiares- ha sido ficción. Hasta ahora.

Un equipo del Instituto Nacional de la Investigación Científica (INRS) de Montreal (Canadá), liderados por el español José Azaña, ha logrado ocultar completamente un objeto tridimensional desde todos los lados. Lo han vuelto invisible a los ojos. La técnica podría abrir la puerta a corto plazo a una serie de aplicaciones prácticas como la propagación de señales en las telecomunicaciones, para eliminar problemas comunes como las interferencias o el ruido.

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Pero, ¿cómo han invisibilizado un objeto?

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Cuando vemos un objeto, estamos viendo cómo reacciona a las ondas de luz que lo rodean. Para ocultarlo, en experimentos pasados se iluminaba el objeto con luz a una determinada frecuencia -es decir, colores- que hace que parezca que no esté ahí. Es como un camuflaje.

Sin embargo, este enfoque tiene algunas limitaciones ya que cuando es un objeto multicolor solo se logra distorsionarlo, no ocultarlo completamente.

¿Por qué sucede esto?

El problema es que hasta ahora los rayos de luz emitidos solo podían rodear y envolver al objeto. No se daba en la diana. Sin embargo, en el nuevo planteamiento, descrito en la revista Optica, pasan directamente a atravesarlo. Los objetos se ocultan porque previamente se han manipulado los rayos de luz específicos y cada color de luz se envía directamente a atravesarlo.

Las ondas de luz se propagan a través de él hasta que lo dejamos de ver. Directo al objetivo.

De momento esta tecnología se aplica a rayos de luz que se mueve en una sola dirección y en un objeto inmóvil. Cuando se vayan haciendo mejoras, podría usarse para las conexiones de telecomunicaciones, evitar interferencias y limpiar el sonido. Porque la clave es cómo se distribuyen las señales. También esta técnica puede servir como aislante acústico o llevarse al terreno de los ordenadores ayudando a que se procesen datos cada vez más grandes.

Para la capa de invisibilidad propiamente dicha que nos haga desaparecer del mundo aún falta, pero que no se nos olvide la mejor técnica hasta ahora:

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