La sociedad les sigue exigiendo ser atractivas a ellas y ser atléticos y fuertes a ellos
The Future is Female. Women can do everything. Lemas, consignas y camisetas de Zara. Merchandising de todos los colores. Personajes femeninos complejos y no estereotipados en animación infantil y blockbusters. El feminismo convertido en fenómeno de masas —y abanderado por personajes de la cultura pop como Beyoncé o Emma Watson— tiene una consecuencia innegable. El feminismo está permeando en nuestra vida diaria. El feminismo se está colando, por tanto, también en las aulas y en el imaginario de las niñas y adolescentes.
Algo ha cambiado. O, al menos, eso es lo que revela un estudio realizado por PerryUndem, una empresa de investigación de datos. El informe analiza a 1.000 niñas y niños de entre 10 y 19 años. Este estudio sostiene que las niñas de hoy en día han ganado en seguridad y confianza. En la escuela primaria y secundaria ocupan en más ocasiones situaciones y roles protagónicos, lideran y tiene por asignaturas favoritas materias como ciencias y matemáticas, tradicionalmente más asociadas a los niños.
Pese a este salto notable, sin embargo, el estudio remarca que las niñas y adolescentes consultadas se sienten igualmente cosificadas. El análisis ha detectado que el aspecto físico de ellas es determinante, mientras que el de ellos no es relevante. Tres cuartas partes de las jóvenes consultadas de entre 14 y 19 años afirmaron sentirse “juzgadas sexuales o inseguras como chicas”. También experimentan una presión mayor por ajustarse a unos cánones impuestos.
La mitad de las jóvenes encuestadas, además, aseguró haber recibido o escuchado comentarios o chistes machistas en su vida cotidiana. Es más, según revela el informe, una de cada tres adolescentes escucharon comentarios de este tipo por parte de “hombres de su propia familia”.
Pero las adolescentes no son las únicas afectadas por los estereotipos. Un estudio de Plan International USA ha detectado que los niños también se sienten presionados por seguir encajando en moldes obsoletos. Tres cuartas partes dijeron que sentían la presión de ser físicamente fuertes, y la mayoría se sienten presionados para practicar algún deporte. También sentían que debían ocultar sus sentimientos cuando se sentían enfadados o tristes y un 82% había escuchado a sus familiares la frase de "estás actuando como una niña" cuando mostraban sus sentimientos.
A pesar de que el feminismo ha reconfigurado las reglas de género y ha dado más confianza a las adolescentes, ellos siguen encontrándose en una sociedad que solo presenta una manera de ser hombre.