PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo Lo mejor peor de la campaña andaluza Now

Now

Lo mejor peor de la campaña andaluza

H

 

¿Es Khaleesi de izquierdas? ¿Es cierto que según los fascistas en Andalucía el té y el falafel han sustituido al jamón y la cocaína? ¿Está sobornando Susana Díaz al electorado regalando Kinder Sorpresa? ¿Es Andalucía en el fondo tan poco de derechas que esta necesita los votos de una vaca para ganar?

Ignacio Pato

29 Noviembre 2018 15:29

¿Es Susana Díaz un animal político mucho más grande de lo que aparenta? ¿Por qué los candidatos de PP y Ciudadanos en Andalucía parecen los muñecos malos que ya solo quedan en la tienda de juguetes la noche anterior al día de los Reyes Magos? ¿Es un poco ridículo que Teresa Rodríguez compare a Podemos con la Guardia de Noche de Juego de Tronos? ¿Qué hace Santiago Abascal de VOX con Morante de la Puebla a caballo y por qué otros partidos han convertido a estos fascistas en uno de los ejes de la campaña del 2D?

Hay muchas preguntas en torno a las elecciones andaluzas de este domingo.

1. Susana Díaz: la pesoe o la derechona

El PSOE va a volver a ganar, aunque baje en número de votos. Susana Díaz cuatro años más presidenta de Andalucía a pesar de ese cierto aroma a viejo partido, casi a felipismo, a pesar de parecer un fiambre político cuando Pedro Sánchez la atropelló en las incendiarias primarias de un partido que parecía desahuciado electoralmente hace año y medio. Incluso a pesar de que el mismísimo Sánchez, el enemigo íntimo, haya acabado en Moncloa.

El currículo político de Susana Díaz habla por sí solo: desde los 17 en las Juventudes Socialistas y a los 24 no concejala, sino concejala-delegada de Juventud y Empleo, primero, y de su populoso y natal distrito de Triana-Los Remedios después. Una hija de la clase obrera de padre fontanero y madre ama de casa que vendía cosméticos para sacarse la carrera de Derecho. De Felipe, del Betis y más de la Esperanza de su barrio que de la Macarena. Lanzada a ganar las elecciones que la lleven a gobernar durante 9 añazos la comunidad autónoma más habitada de España.

Al PSOE coloquialmente en ciertos ámbitos se le conoce en Andalucía como "la pesoe". No por marca, sino a la manera en que los trabajadores del siglo pasado hablaban de sus empresas, de sus empleadores. La casa que ha dado trabajo en una región hostigada por la desigualdad social y un desempleo virtualmente insostenible. El PSOE, 40 años gobernando Andalucía, que no ha conocido otro partido en el Palacio de San Telmo.

Díaz ha hecho un par de movimientos inteligentes. Intenta pescar en las aguas del españolismo post-procés rodeándose más que nunca de la bandera andaluza y advierte que, como ya dijo Alfonso Guerra hace años, si no es ella, viene "la derechona". En este caso, Díaz usa de asustavotantes a Vox, aunque quien aspira a crecer, doblando sus actuales escaños, es Ciudadanos.

2. Marín & Moreno Bonilla

Lo cierto es que ni Ciudadanos ni PP inquietan demasiado el reinado de Díaz. Juan Marín, el candidato naranja, es un candidato intercambiable. Con el carisma de una estufa de oferta, extécnico de voleibol y con un pasado en Alianza Popular y el Partido Andalucista. Con la torpeza suficiente como para sacar en el debate televisado del lunes en TVE sendas listas con los imputados por corrupción en PP y PSOE para que acto seguido se recordase que su partido ha sostenido a ambos partidos en la Comunidad de Madrid y en Andalucía.

En el mismo debate, Marín acusó al candidato del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla, de que su partido le había llamado "perro" hacía unos días. No es difícil imaginarse a Díaz y el PSOE con palomitas viendo cómo se pelean peperos y ciudadanos por el voto de la derecha.

A Moreno Bonilla, candidato conservador también intercambiable de chaleco sin mangas y camisa almidonada, le hemos visto pedirle el voto a una vaca. Coaccionarla incluso, con un "di que sí, hombre".

Salpicado ahora por el caso Bárcenas, también le hemos podido ver asegurar que él tiene "la fuerza" junto a muñecos de Star Wars y cagarla. Teresa Rodríguez le recordó que "los jedis defendían la república".

3. Khaleesi Rodríguez

Quizá una de las cuestiones más interesantes es hasta dónde va a mantener Adelante Andalucía su mayor activo: interpelar al electorado de izquierda andaluz forzando su negativa a un hipotético pacto de gobierno con el PSOE. Mantener el listón alto. "Si eres de izquierdas, vota a Teresa Rodríguez, el socialismo no es Susana Díaz", es un poco la consigna.

La confluencia de Podemos con Izquierda Unida -esa es la suma que da lugar a la fórmula Adelante Andalucía- parece electoralmente rentable. Superaría el 21% de votos situándose muy cerca de ser segunda fuerza autonómica en detrimento del PP.

Una de las apuestas estrella de la candidatura de Rodríguez es la creación de una banca pública y ética que financie con 800 millones de euros a las pymes y a los autónomos. Esa receta mixta de gasto público para iniciativa privada parece algo más justificada que su analogía de su candidatura con La Guardia de la Noche de Juego de Tronos y la "compra" de tres dragones para acabar con los Caminantes Blancos.

4. Vox

Un bonus track para hablar de Vox, que sí conseguiría escaños aunque su candidato Francisco Serrano sea ignoto en comparación con las grandes ideas que emergen del partido ultraderechista. Una es prácticamente acabar con el estatuto autonómico que los andaluces y andaluzas aprobaron en 1981. En palabras de su candidato, "cargarse consejerías superfluas y centralizar Sanidad, Justicia, Educación y Seguridad". Otra es intentar agitar el invent de la "ideología de género". Copiar a Bolsonaro sin de momento promover una pistola para cada andaluz de bien.

La imagen a la que ha querido asociarse Vox es la del macho alfa a caballo por los campos andaluces. Es Santiago Abascal en plan señorito cortijero junto al torero Morante de la Puebla. Donde Morante de la Puebla parecer ocupar un lugar vacío para Vox: el de los referentes políticos de Abascal, que son más bien cero andaluces porque son los Iturgaiz, Mayor Oreja o San Gil del ala dura del PP vasco, la madrileña Aguirre o el catalán Vidal Quadras. Para Vox, todo pasa por conquistar el voto racista y clasista sin complejos que siempre se ha parapetado tras el fallido PP andaluz.

"La reconquista comienza en tierras andaluzas", es el lema de campaña. Como analistas, su historial vuelca un poco: en 2015 predijeron que Andalucía, en la Mezquita de Córdoba solo habría culto musulmán, que la siguiente en caer sería La Giralda, que Pablo Iglesias sería presidente nacional y poco menos que en la Feria el té y el falafel iban a sustituir al jamón y la cocaína.

share