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Vervoort luchó durante más de dos décadas contra una enfermedad muscular degenerativa que no tenía cura
23 Octubre 2019 21:00
La medallista paralímpica belga Marieke Vervoort ha fallecido a los 40 años mediante eutanasia. Después de más de dos décadas luchando contra una enfermedad muscular degenerativa incurable, la atleta decidió este martes finalizar el tratamiento hospitalario que la mantenía activa y poner fin a su vida en su ciudad natal, Diest.
La enfermedad empezó en 1993 tras una inflamación en el pie, cuando apenas tenía 14 años. Desde entonces, Vermoort experimentó disfuncionalidad en las piernas hasta depender de una silla de ruedas.
También padeció una pérdida progresiva de visión que la limitó en un 80%, y paralelamente se intensificaron repetidos ataques de epilepsia. En ocasiones, los fuertes dolores que padecía Vermoort impedían que pudiera dormir más de 10 minutos seguidos.
A pesar de las complicaciones en su enfermedad, la admirable carrera olímpica de Marieke Vervoort señala triunfos como el oro y la plata en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 y la plata y el bronze en Rio 2016. "Mucha gente me pregunta 'cómo es posible que puedas tener esos resultados tan buenos y sigas sonriendo con todo el dolor y los medicamentos que consumes'. Para mí, el deporte y la carrera con silla de ruedas son una especie de medicamento", declaró en una entrevista a la BBC ese mismo año.
Sin embargo, sus medallas no sólo mostraban su cara feliz: "A veces me siento muy muy mal, tengo un ataque epiléptico, lloro, grito debido al dolor. Tomo muchos analgésicos, valium, morfina [...] Cada año es peor. A cada rato tengo que dejar de hacer cosas. Si me hubieras visto hace unos años, yo podía dibujar preciosas obras de arte. Ahora es imposible. Puedo ver en un 20%. ¿Qué será lo próximo? Tengo mucho miedo", añadió la atleta.
Pero ese miedo no impidió a Vermoort denominarse a sí misma como una “chica loca”: practicó el indoor skydiving (el túnel de viento que permite ‘volar’ con corrientes de aire a presión) con el objetivo de volar en un caza F-16; también habló sobre hacer puenting (tirarse de puentes con cuerda) y estaba desarrollando un museo donde quería exponer su historia desde los 14 años.
Además de su legado olímpico, Marieke Vermoort será memorable por concienciar sobre la eutanasia. Bélgica es uno de los pocos países del mundo donde esta práctica es completamente legal, y la deportista autorizó a sus médicos en 2008 aplicarla cuando ella estuviera preparada.
Con esta firma de documentos, Vermoort quería concienciar sobre el derecho a tener una muerte digna y a decidir sobre nuestro propio destino: “No es que ella quiera morir. Ella quiere vivir. Pero quiere vivir en sus propios términos”, afirmó la locutora Eleanor Oldroyd de la BBC tras los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
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