¿Por qué necesitáis que nos maten para apoyarnos?

Necesitáis que nos maten para entendernos.
Solo un poco. Solo un rato. Solo durante la media jornada de un día laboral.

Necesitáis que nos maten para entendernos.
Para colgar en vuestras redes un editorial que hoy dice que #TodasSomosLaura. Porque todas somos Laura, todas hemos sido Laura, pero cuando os lo decimos y Laura aún está viva, resulta que no nos creéis.

Necesitáis que nos maten para entendernos.
Para decir qué injusticia, qué frustración, qué impotencia. Pobre chica. Hoy sí.

Necesitáis que nos maten para entendernos.
Para decir que basta de violencia. Basta de violencia hoy.

Tengo la impresión de que necesitáis que nos maten para ser feministas. Y solo dura un rato. Necesitáis que nos maten para comprenderlo, entendéis la violencia como una llama que dura un segundo y luego os olvidáis y seguís con vuestras prácticas más o menos violentas que no queréis cambiar porque es divertido y vosotros no hacéis eso, no sois como esos hombres.

No nos entendéis hasta que nos matan, no nos escucháis, os reís a las espaldas, os defendéis, sois camaradas, os calláis y no penalizáis a los vuestros y os lo lleváis al terreno personal y no de la razón.

— ¡Yo no soy un violador! ¡Esto es una broma y tú no pillas las bromas!

Sois cómplices aunque no peguéis.

Sois cómplices aunque no violéis.

Sois cómplices aunque no matéis.

Laura Luelmo somos todas, pero es que también sois vosotros cuando no hacéis nada. Vuestra impasibilidad es violencia.

Necesitamos que os corresponsabilicéis hoy y siempre.

Entendamos de una vez que todo forma parte de lo mismo y que asumir eso, ya, urgentemente, es el primer paso para erradicar la violencia de género.