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La cifra oficial del horror de las fosas clandestinas en México dice que entre 2007 y 2016 se han descubierto en el país 1.500 cadáveres en 855 tumbas. Una investigación periodística publicada este lunes rompe y duplica esta cifra: De 2006 y 2016 se cavaron en México al menos 1.978 fosas clandestinas en 24 estados del país.
1 fosa cada 2 días en 1 de cada 7 municipios.
La investigación, elaborada en conjunto por periodistas deA dónde van los desaparecidos y Quinto Elemento Laba partir de 200 solicitudes de acceso a la información a las autoridades de cada uno de los 32 estados, ha puesto cifras al alcance de la epidemia de violencia que asola México.
Desde 2006 hasta 2016, en esas casi 2.000 fosas descubiertas se han encontrado 2.884 cuerpos, 324 cráneos, 217 osamentas y miles de restos óseos que corresponden a un número indeterminado de personas. De ese total de restos y cuerpos, tan solo se han logrado identificar a 1.738 de las víctimas.
Por estados, el más afectado por la existencia de fosas clandestinas es Veracruz, con 332, seguido de Tamaulipas, 280 y Guerrero, 216. Completan la infame lista Chihuahua con 194; Sinaloa (139); Zacatecas con 138 fosas; Jalisco (137); Nuevo León (114); Sonora (86); Michoacán (76) y San Luis Potosí, que cuenta con 65 entierros clandestinos.
El número de enterramientos en México no ha dejado de aumentar desde que se inició en 2006 la llamada “guerra contra las drogas”. Conforme aumentaban las desapariciones forzadas, también lo hacían las fosas. En 2006, el mapa elaborado por el equipo de A dónde van los desaparecidos muestra la existencia de 2 enterramientos clandestinos. En 2007 el número subió a 10, en 2010 ya llegaba a 105, en 2011 fueron 375 y “a partir de 2012 los hallazgos de entierros clandestinos, por año, no han bajado de 245”, se puede leer en el reportaje.
La investigación, no obstante, no es del todo completa. “Cada fiscalía da o esconde lo que quiere”, ha explicado la periodista Marcela Turati durante la presentación del reportaje. “Aunque ocho Estados nos han dicho que no tienen fosas también vemos que hay zonas de silencio. Hay muchos lugares donde no se pueden entrar y siguen siendo hoy lugares de crímenes. Intentamos hacer un recorrido por estos lugares y desistimos porque era muy peligroso”, ha incidido Turati.
Captura del mapa elaborado por los autores de la investigación
Este trabajo permite dar pistas sobre los lugares de enterramiento, los métodos de desaparición, el cambio de técnicas o el porqué de la brutal diferencia entre las cifras oficiales y las que arroja la investigación. Mientras tanto, cientos de familiares siguen buscando a sus seres queridos en el país de los más de 32.000 desaparecidos.
