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Rahaf Mohammed Al-Qunun, una joven saudí de 18 años, intentó huir de los abusos de su familia pero ha sido retenida en la zona de tránsito del aeropuerto de Bangkok
07 Enero 2019 13:05
“Tengo miedo, mi familia va a matarme”. El pasado sábado 5 de enero, Rahaf Mohammed Al-Qunun, una joven saudí de 18 años, publicaba este mensaje en twitter desde el aeropuerto de Bangkok.
I’m afraid, my family WILL kill me. #فتاه_تايلند
— Rahaf Mohammed رهف محمد القنون (@rahaf84427714) 5 de enero de 2019
Esta joven había llegado a Tailandia desde Kuwait, país donde estaba de vacaciones con su familia. Al-Qunun había aprovechado que desde Kuwait no necesita permiso de un hombre para volar y decidió escapar de la vida que le esperaba en Arabia Saudí. Su plan era llegar a Australia a través de Tailandia y, una vez allí, pedir asilo político. Pero fue retenida a medio camino por funcionarios de la Embajada de Arabia Saudí, su pasaporte confiscado y quedó pendiente de expulsión en la zona de tránsito del aeropuerto de Bangkok.
Horas más tarde, la joven colgaba un vídeo donde explicaba que se encontraba detenida en el hotel del aeropuerto. “Seré repatriada de forma forzada mañana a Kuwait y luego a Arabia Saudí. Hay un empleado del aeropuerto que me sigue constantemente. No puedo ni siquiera pedir protección o asilo a Tailandia. La policía tailandesa rechaza ayudarme”.
“I have been detained in an airport hotel. I will be forcibly repatriated tomorrow to Kuwait and then Saudi. There is an airport person who constantly follows me. I can’t even ask for protection or asylum in Thailand. Thai police refuse to help me.” https://t.co/WrUsw9zPJj
— Mona Eltahawy (@monaeltahawy) 5 de enero de 2019
Ante la posibilidad de ser deportada, Rahaf Mohammed Al-Qunun decidió atrincherarse en su habitación de hotel para evitar que los funcionarios de inmigración tailandeses le obligaran a coger el vuelo KU412 que salía hoy lunes con destino Kuwait.
Video from @rahaf84427714 just sent from her hotel room at the #Bangkok airport. She has barricaded herself in the room & says she will not leave until she is able to see #UNHCR. Why is #Thailand not letting @Refugees see her for refugee status determination? @hrw #SaveRahaf pic.twitter.com/3lb2NDRsVG
— Phil Robertson (@Reaproy) 7 de enero de 2019
La joven demandaba formalmente el status de refugiada y pedía la asistencia de las Naciones Unidas.
based on the 1951 Convention and the 1967 Protocol, I'm rahaf mohmed, formally seeking a refugee status to any country that would protect me from getting harmed or killed due to leaving my religion and torture from my family.
— Rahaf Mohammed رهف محمد القنون (@rahaf84427714) 6 de enero de 2019
Afortunadamente y tras horas de mucha tensión, el vuelo destino Kuwait ha despegado sin ella , según explicaba el director jefe de Human Rights Watch en Asia, Phil Robertson.
#Kuwait Air flight KU412 has now departed #Bangkok without #Rahaf on board, so this is an important victory for her, & a real tribute to her courage. She is demanding #UNHCR be allowed to see her, but so far #Thailand is not agreeing to that. #SaveRahaf @Refugees @UNHCRThailand pic.twitter.com/o6ZiRxhZry
— Phil Robertson (@Reaproy) 7 de enero de 2019
La joven se encuentra actualmente reunida con funcionarios de Naciones Unidas en la habitación de hotel donde sigue atrincherada. Según la periodista Sophie McNeill, le han prometido que la mantendrán a salvo. Paralelamente, tal y como informa The Guardian, los funcionarios tailandeses han declarado que no deportarán a la joven.
UN has arrived. They are interviewing Rahaf. They gave their word that she would remain in their custody & that she is now safe. This is what they promised @UNHCRThailand @Reaproy @melissarfleming
— Sophie McNeill (@Sophiemcneill) 7 de enero de 2019
Aún así, la situación de la joven es crítica y no puede volver a Arabia Saudí. “Ella teme a su familia, incluido a su padre, que es un alto funcionario del Gobierno y dado el largo historial de Arabia Saudí en mirar hacia otro lado en los llamados incidentes de violencia de honor, su preocupación de que pueda ser asesinada si la devuelven debe ser tenida en cuenta”, explicaba a The Guardian Phil Robertson, de HRW.
Rahaf, al igual que otras muchas mujeres saudíes, vivía sometida a su familia y bajo unas estrictas normas. “Mi familia es estricta y me encerró en una habitación durante 6 meses solo por cortarme el pelo. Estoy segura al 100% de que me matarán en cuanto salga de la cárcel saudí”, explicaba. “Las mujeres sauditas que huyen de sus familias pueden enfrentar la violencia de sus familiares, la privación de libertad y otros daños graves si las devuelven contra su voluntad", incidía MIchael Page, subdirector de Oriente Medio de HRW.
Arabia Saudí es uno de los países donde los derechos de las mujeres son día tras día vulnerados. Las mujeres viven a merced de los hombres y necesitan su permiso para las actividades más comunes. En Arabia Saudí, las mujeres no pueden salir solas de casa. Tampoco pueden viajar al extranjero sin permiso de un padre, hermano u otro pariente masculino. Ni obtener un pasaporte, estudiar, trabajar, alquilar un piso, abrir una cuenta bancaria, casarse o presentar una reclamación legal. Y aquellas que intentan transgredir las normas, se arriesgan a penas de cárcel o a ser víctimas de los llamados "crímenes de honor".
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