Victoria Marinova, de 30 años, aseguraba que entre el 30% y el 40% de fondos de la UE que recibía Bulgaria para infraestructuras eran desviados
La periodista búlgara Victoria Marinova, de 30 años, ha sido hallada sin vida y con signos de haber sido violada en la ciudad de Ruse. Marinova, reportera del canal de televisión TVN, trabajaba en una investigación sobre una presunta trama de corrupción relacionada con fondos que Bulgaria recibe de la Unión Europea.
La policía no ha confirmado que se trate de un asesinato relacionado con su trabajo, aunque grupos anticorrupción en el país y la propia Unión Europea exigen una investigación sobre el caso.
Marinova investigaba proyectos de infraestructura que recibían financiación de la UE y que eran administrados por las autoridades búlgaras. Según la periodista, al menos entre un 30% y un 40% de estos fondos eran desviados para actividades diferentes a las que originalmente estaban destinados. Entre otras finalidades de corrupción, se usaban para pagar sobornos.
La UE ha condenado la muerte de la periodista a través de su comisaria de Justicia, Vera Jourova, que ha asegurado que seguirá de cerca la investigación sobre el suceso y ha ofrecido la ayuda del bloque para esclarecerlo: "Consternada por el brutal asesinato de Victoria Marinova, una joven periodista búlgara. Seguiré de cerca la investigación y ofreceré ayuda a las agencias de la UE, si es necesario. Espero acciones urgentes para llevar a los responsables ante la justicia y para aclarar si el ataque estaba vinculado a su trabajo".
Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, ha declarado que los responsables deben ser juzgados de inmediato y ha alabado el trabajo de Marinova como voz valiente ante los escándalos de corrupción.
En el mismo sentido se ha pronunciado la OCDE, a través de su representante Harlem Désir.
El presunto asesinato de Marinova se produce después de la muerte de la periodista maltesa Daphne Caruana, tras revelar otro escándalo de corrupción que implicaba al gobierno de Malta. Caruana fue asesinada en un atentado con coche bomba en octubre de 2017. Después de la muerte de Caruana, en febrero de 2018, el periodista eslovaco Ján Kuciak, de 27 años, fue hallado muerto a balazos en su casa de Ve'ká Maca junto a su prometida, también de 27 años, Martina Kusnírová. Kuciak investigaba igualmente un escándalo de corrupción del gobierno de Eslovaquia. Después de su muerte se originó una crisis política que terminó con la dimisión del primer ministro Jan Fico.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) ha condenado duramente el asesinato de Marinova y ha llamado la atención sobre la persecución a la prensa libre en Europa.
Tom Gibson, su portavoz, ha recordado que Marinova entrevistó, el pasado septiembre, a otros dos periodistas que seguían el caso y que, posteriormente, fueron detenidos por la policía búlgara.
