El tetracampeón del Tour de Francia justifica los resultados con un ataque de asma
Chris Froome inhaló demasiado Ventolín en la etapa Santo Toribio de Liébena de la última Vuelta a España.
Este broncodilatador, al igual que los corticoides, es un producto prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje -AMA- que solo está permitido con fines terapéuticos para los asmáticos, como es el caso de Froome.
La Unión Ciclista Internacional -UCI- confirma que los niveles de salbutamol -el principio activo del Ventolín- en la orina del cuatro veces campeón del Tour de Francia superaban el límite permitido, establecido en 1.000 nanogramos por mililitro. Una cantidad superior a la fijada por la AMA puede indicar que la intención antiasmático del salbutamol añada el efecto anabolizante, además de dejar abierta la posibilidad de que se haya ingerido por vía oral -algo prohibido- para aumentar su potencial.
"Como todo el mundo sabe, sufro asma. Conozco perfectamente las reglas. Uso un inhalador para controlar los síntomas, y siempre dentro de los límites permitidos. Mi asma fue a peor según avanzaba la Vuelta y, aconsejado por mi médico aumenté la dosis", asegura Froome en The Guardian, dejando claro que sus triunfos no están manchados por el dopaje.
Hay que destacar que este 2017 ha sido el mejor año de su carrera, ya que ganó su primera Vuelta dos meses después de conquistar su cuarto Tour, un doblete que nadie conseguía desde hace 40 años.
El Team Sky, equipo en el que compite Froome, confirmó que la cantidad de salbutamol era de 2.000 nanogramos/litro. "Ninguno de los otros 20 controles de orina que se realizaron a Chris requieren alguna explicación más. La notificación de este hallazgo no significa que se haya quebrantado ninguna regla", ha defendido la organización en su página web.
La UCI ha abierto un expediente informativo a Froome, que aportará informes y análisis farmacocinéticos para demostrar que fue su organismo el que retrasó la absorción del Ventolín e hizo que se acumulara tal cantidad, no la excesiva administración.
Por el momento, el ciclista no sufrirá ninguna suspensión cautelar por su condición de enfermo de asma. Ahora tiene que demostrar que no sacó ventaja de ello.
