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Males del fútbol moderno: cuando ganar Liga y Copa no sirve de nada

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Reuters
 

Si la felicidad del barcelonismo se reduce a que el Real Madrid no gane su tercera Champions consecutiva nos cargaremos el fútbol más temprano que tarde

Omar Naboulsi

30 Abril 2018 15:49

El Barça ha conquistado su 25ª Liga en Riazor a falta de cuatro jornadas por disputarse. Es la séptima Liga ganada en la última década . Una auténtica barbaridad al alcance de los elegidos para este deporte.

Pero sus seguidores no son felices. No disfrutan con el sabor agridulce de la ocasión perdida en la Champions..

A pesar de que se trate de un campeonato en el que no ha perdido ni un solo partido y lo ha logrado una semana después de ganar la Copa del Rey tras una exhibición en la final contra el Sevilla, los barcelonistas siguen con la eterna duda de alegrarse y lucir doblete o esperar a ver qué hace el Real Madrid en la Champions.

En unos tiempos en los que la regularidad es mucho menos vistosa que la instantaneidad, los cetros europeos del Madrid eclipsan los trofeos locales.

En 118 años de historia es la octava vez que el Barça consigue el doblete, pero a muchos culés les sabe a poco. Paradójicamente, es probable que sean los mismos que en agosto hubieran firmado que la campaña terminara así tras la paliza que les dio el Real Madrid en la Supercopa, pero el 3-0 contra la Roma pesa demasiado en los ánimos azulgranas.

Quizá por eso los propios jugadores no celebraron demasiado el título ayer en A Coruña, también condicionados por el descenso a Segunda que acababa de certificar el Deportivo tras perder 2-4.

Los rondos de festejo se mezclaban con los gritos de la grada local como "Directiva, dimisión" y "Jugadores mercenarios", formando una estampa un tanto extraña. Los 500 aficionados del Barça desplazados aplaudían a sus jugadores y tenían ganas de volverse locos con él, pero seguro que por dentro estaban pensando en lo felices que serían si el Bayern echa mañana al Madrid.

"Hemos partido dos partidos en toda la temporada. Lástima que fue el día menos pensado para todos. Ellos - refiriéndose a la Roma- fueron mejores y ya está. Pero que un doblete se ha conseguido sólo ocho veces en la historia del Barça. Y el Barça tiene muchos años", dijo Jordi Alba en zona mixta.

El lateral de L'Hospitalet quería reivindicar el temporadón del equipo, pero el culé se lamenta por haber perdido otra Champions. Se fustiga y le repatea no poder conquistarla con el mejor futbolista del mundo en su plantilla.

Ahí esta el kit de la cuestión: el miedo de la era post-Messi. Si con él el Barça lleva 3 años quedándose en cuartos de la Champions, ¿qué pasará cuando se vaya?

Tras el adiós de Iniesta, el argentino se queda como el último representante de la era más gloriosa, con el permiso de Piqué y Busquets. Sin embargo, la afición se pone negra cada vez que recapacita y se da cuenta que Cristiano Ronaldo puede acabar su carrera con más Balones de Oro que Messi y que el número de Champions que les separa del Madrid aumenta por veranos. Quieren un equipo que acompañe a Leo a lo más alto, y lo quieren ya.

Entre tanto, el Madrid puede ganar su tercera Champions seguida -la cuarta en 5 años- y la posibilidad de dejar el doblete del Barça en el olvido. El propio barcelonismo así lo indica. Un servidor vive a 10 minutos caminando del Camp Nou y ayer no escuchó ningún petardo para celebrar La Liga.

Hay un peligro latente que se enquista como el gran mal del fútbol moderno: dar importancia sólo a la Champions si eres un equipo grande. ¿Se imaginan una Liga donde Barça, Madrid o Atlético dejan los titulares en el banquillo cuando llegan los partidos decesivos de Champions? Un gesto de desprecio de tal calibre sería como crucificar el prestigio del campeonato nacional.

Veremos si en la rua que recorrerá esta tarde las calles de Barcelona para festejar el doblete los culés se hacen notar más o siguen con el freno de mano echado pensando en la Champions perdida.

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