Tras observar con desconcierto la extraña actitud de la mujer agresora durante demasiado tiempo, algunos pasajeros se vieron obligados a intervenir para defender a la víctima
La escena que recoge el vídeo ha ocurrido en el metro de Nueva York. Vemos cómo una mujer, sin razón aparente, insulta a gritos a una joven de rasgos asiáticos. Le propina un manotazo en el brazo y una patada. Alrededor, los pasajeros parecen no inmutarse ante lo que está sucediendo.
La mujer, que parece no estar en sus cabales, se quita las gafas de sol y los guantes, se recoge el pelo y saca de su gran bolsa de Louis Vuitton un paraguas. Parece que todo vuelve a la calma. Pero no. En realidad se está preparando para la pelea
De repente, reincide con patadas y golpes con su paraguas. La agredida no escapa, intenta defenderse con la actitud propia de alguien que no da crédito a lo que está sufriendo, y es entonces cuando, por fin, un hombre intenta frenar sin demasiado éxito a la agresora.
La agresora ha sido identificada como Anna Lushchinskaya, de 40 años. Tras la escena, fue detenida y acusada de agresión. Michelle Tung, la mujer de 24 años contra la que descargó su ira Lushchinskaya, abordó el tren en dirección norte en la parada de la 9th Avenue-39th Street. Las malas caras y los insultos comenzaron al momento en que Tung puso el pie en el vagón.
El trasfondo racista queda claro cuando en un momento la desequilibrada Lushchinskaya alza la voz para llamar p*** china a la agredida.
Y aunque las imágenes puedan dar a entender que el rifirafe no fue para tanto en lo que se refiere a daños físico, el parte de la policía recoge que la víctima acabo sangrando por cortes en la cara, dijo la policía.
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La autoría de estos vídeos, que no han tardado en hacerse virales, pertenece a Juan Ayala, un testigo que además fue el encargado de inmovilizar a la mujer desquiciada en el andén de la calle 36 hasta que fue arrestada por las fuerzas de seguridad.
Las autoridades del Metro de Nueva York ha confirmado que Lushchinskaya estuvo involucrado en otro incidente en esa misma línea el pasado mes de junio. Fue acusada de asalto tras rociar a un hombre de 36 años con un líquido desconocido.
Según sus perfiles en internet, Lushchinskaya es abogada con despacho propio en Brooklyn.
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