Rompe filas, echa a correr y... “Mamá, te prometo que voy a estudiar”
A todos nos han preguntado alguna vez —muchas veces— a lo largo de nuestra infancia y adolescencia aquello de “Y tú, ¿qué quieres ser de mayor?”. De alguna manera, nuestra vida pre-adulta transcurre en esa búsqueda. Ahora bien, hay trabajos y profesiones que deberían ser exclusivamente vocacionales y más vale ingresar en ellos de una manera voluntariosa, con ansias. De lo contrario... pasan cosas como esta.
El vídeo que encabeza estas líneas nos lleva hasta la Academia de la Marina de Guerra de Ecuador. A la gala de apertura del curso. Todo parecía seguir el protocolo del día. Hasta que una nueva cadeta que al parecer iniciaba ese día su entrenamiento rompió filas para correr en dirección a sus padres... a implorarles que la sacaran de allí.
"Mamá, papá, esto no es para mí", se le escucha decir a la muchacha en el clip. Desde la megafonía de la institución se le pide a la cadete que regrese a la formación, pero ella insiste. Y parece que las súplicas hacen mella en los progenitores. "Tienes razón, vámonos. Disculpen, pero ella no puede ser militar". "No quiero que sea militar", reitera el padre entre los empujones de quienes tratan de llevar a su hija de vuelta a la fila.
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Hemos de deducir que el corazón más duro era el de mamá, que se mantiene menos expresiva; porque estando papá ya convencido, la voz de la huidiza uniformada impetra a la madre: “Mamá, te prometo que voy a estudiar”. Hay toda una historia de adolescente y familia, contenida en tan escasas palabras.
Habrá que ver si ha logrado librarse de las tenazas del Cuerpo de Marina. Aunque tampoco sé qué beneficio puede esperar este de alguien tan escaso en voluntad y espíritu de servicio, al menos desde el ángulo militar de la vida. Sería una pena que se volviera una adicta a los calabozos por su falta de compromiso.
Mejor para ambas partes que la joven y sus padres logren un acuerdo y haya un nuevo Norte profesional para esta joven. Aunque, a vista del vídeo, desde luego lo mejor hubiera sido que lo acordaran antes de haber llegado a este momento, digno de una comedia cinematográfica. Diálogo familiar, ante todo.
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