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El buen humor, el compañerismo y la música son sanos complementos a la ciencia médica. Esta, por supuesto, sigue siendo el elemento fundamental para una recuperación. No se trata de que nadie pretenda volver a la época de bailes rituales chamánicos para recuperar la salud personal o de la colectividad. Pero el estado mental o de ánimo de los pacientes es importante. Cualquier instrumento es bueno si ayuda y rema en la dirección adecuada.
Pero nada hay de placebo en este vídeo que se ha hecho viral. Viral de visitas mundiales, no de vírico a pesar de estar ambientado en un hospital de Brasil.
Ambientado y con ambientazo: un grupo de enfermeras que atienden la complicada unidad de diálisis, para lidiar con los pacientes que han de acudir en busca del servicio que les prestan tales máquinas para ayudar a su correcta función renal, aportan la idea de una coreografía grupal. Y la graban en vídeo.
Hay que valorar que no siempre los pacientes -de muy diversas edades, como se aprecia en las imágenes- acuden del mejor humor y del mejor tono a estos cuidados, aunque sean por su bien. Afortunadamente, estas enfermeras saben ejercer su labor con la convicción de que todo irá a mejor si saben coordinar esta ingeniosa actividad. Al ritmo de una pegadiza música -que a pesar de un cierto sonido tecno, tiene indudable raíz sambera- las enfermeras y auxiliares van bailando por la sala siguiendo el turno que la cámara les adjudica, según esta les va mirando.
Pero no son solamente ellos los bailarines de este improvisado acto en pro del buen ánimo sanitario. No, los pacientes también participan. Y desde su posición yacente, aún estando encamados y con su organismo conectado a las máquinas de diálisis, se animan y bailan moviendo su torso y sus extremidades superiores, sonriendo a cámara, interactuando con los bailarines enfermeros que sí están de pie en esos momentos.
La viralización del vídeo es una adecuada recompensa a esta dinámica de grupo que estimula la aparición de actividades similares.