Se lía a puñetazos con dos mujeres en las calles de Los Ángeles

Las agresiones físicas por parte de alguien de corpulencia muy superior contra otras personas menos capacitadas para entrar en un cuerpo a cuerpo son difícilmente justificables. Y sería necesario echarle mucha imaginación a este vídeo difundido por la policía norteamericana para buscar una coherente razón a lo que vemos.

Estamos contemplando a un tipo parecido a un armario empotrado, de 100 kilos de peso, lanzando contundentes puñetazos contra dos mujeres a las que les saca más de una cabeza. Sucedió el 26 de enero.

La Policía de Los Ángeles ha difundido este vídeo en su cuenta oficial de Twitter con la esperanza de que este hombre sea identificado y puesto a disposición judicial. Las dos mujeres acabaron en la sala de emergencias de un hospital angelino.

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Esta vez el vídeo no fue captado por ninguna de las omnipresentes cámaras de seguridad de nuestras grandes urbes, sino por alguien allí presente. Y a decir verdad, durante toda la secuencia de la agresión —podríamos llamarlo pelea porque ellas intentaron defenderse, pero por desgracia no tenían ninguna oportunidad— hay muchas personas presentes. Personas de pie, viéndolo todo sin intervenir. Alrededor, a dos, cuatro, cinco metros de distancia. Pero nadie hizo nada. Puede que por miedo, puede que por indiferencia, puede que porque prefirieran grabarlo. Puede que por una mezcla de todo. Algunas fuentes señalan que incluso hubo alguna risa.

El motivo poco puede importar ante tanta irracionalidad, pero al parecer todo surge de que las mujeres intentaron mediar entre el energúmeno y un vendedor callejero de 'hot dogs' en alguna clase de discusión menor.

Ahora queda aguardar a la correspondiente acción policial que se pondrá en marcha con la llamada que lo identifique. Este individuo, de alguien será conocido. O amigo. O padre o hermano. Alguien debería sentirse avergonzado por estas imágenes.

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