Donde la mayoría hubieran optado por tratar de pasar desapercibidos, él eligió llamar la atención
Todos hemos escuchado alguna vez frases como "el hambre agudiza el ingenio", expresiones que pretenden decirnos que los momentos difíciles provocan que salga nuestro lado más creativo. Puede que no sea cierto el 100% de las veces, pero en el caso de este vídeo el estereotipo sin duda se cumple.
¿Qué es exactamente lo que estamos viendo? Lo que a primera vista puede parecer un baile espontáneo entre las góndolas de un supermercado se trata en realidad de una curiosa manera de disimular la verdadera intención del joven: hurtar en el establecimiento. Las imágenes fueron recogidas por una cámara de seguridad y difundidas por la red hace tan solo unos días.
La escena tuvo lugar en un supermercado de Krasnodar (Rusia) el pasado 15 de junio. Un joven local acudió al establecimiento con la intención de hacer acopio de víveres de emergencia para pasar la noche... sin pasar por caja. Para distraer a las cámaras de seguridad, no se le ocurrió nada mejor que marcarse esos pasos de baile. El resultado es cómico, y viendo el vídeo es evidente lo que realmente estaba ocurriendo. Se diría que logra justo lo contrario a lo que quería lograr: más que disimular, parece que quisiera llamar la atención.
El joven consiguió guardarse unas salchichas y una botella de vodka debajo de la camiseta. A día de hoy, desconocemos si el ruso consiguió escapar o si por el contrario fue detenido. Desde el establecimiento no se ha producido ningún comunicado oficial, más allá de publicar el vídeo en las redes.
Por supuesto, este no es más que un último eslabón en una enorme cadena de pequeñas fechorías acometidas en circunstancias poco habituales. Gracias a las maravillas de Internet, hemos podido observar hurtos no muy ortodoxos y seguir las historias desde casa. A continuación veremos algunos de los más absurdos.
El caco erotómano
Pero sin duda, uno de nuestros favoritos fue el caso del caco que entró a un negocio familiar en Los Ángeles durante la noche, robó dinero y tarjetas de crédito, pero luego se sintió tan cómodo que decidió quedarse un ratito más a ver una película de cine para adultos en el ordenador del establecimiento. Lo cazaron con los pantalones bajados.
Las plantillas robadas
Hace menos de un mes pudimos disfrutar de la historia de la señora que fue a juicio por intentar querer llevarse puestas, a hurtadillas y sin pagar, unas plantillas de un euro. La mujer se encontraba en un bazar en el que, según una de las trabajadoras y creadora del hilo de Twitter, "hurtaba cada vez que entraba".
El dueño del establecimiento, por lo visto, tenía mucha paciencia; pero ese día, cuando vio cómo la mujer abría unas plantillas descaradamente y se las ponía, las dos, en el zapato derecho, se cansó y decidió encararse a ella. Tras pedirle explicaciones, y viendo que la señora negaba haber cogido nada a pesar de estar grabada en vídeo, el hombre llamó a la policía para tratar de resolver el asunto.
La historia se fue descontrolando, hasta que los dos policías que acudieron acabaron denunciando a la mujer y a su marido por obstrucción a la justicia. Esperamos que, por lo menos, las plantillas fuesen cómodas.
Como dejan claro estos casos, no todos los malhechores tienen la misma habilidad al tratar de realizar sus felonías. Esperamos que todas estas imágenes sirvan para quitarle las ganas de intentar algo similar a mucha gente. Y si al final alguien siente la llamada del mal, que por lo menos nos deje vídeos tan entretenidos como estos.