Tras notar las secuelas en el animal, el dueño no dudó en pedir una segunda opinión veterinaria y descubrió así la agresión
Algo no está bien en la cabeza de alguien cuando, sin motivo ni razón, le atiza un golpe a un perro inofensivo...
En las imágenes, grabadas por las cámaras de seguridad de una clínica veterinaria de Barranquilla (Colombia) que responde al nombre de El Country, vemos una sala con dos trabajadores que charlan tranquilamente. Mientras, un pequeño Shih Tzu espera a ser atendido en una mesa. Se llama Teo.
El trabajador se sienta frente al pequeño, lo coge mientras continúa la charla con su compañero. Instantes después sujeta su cara, todo indica que para comenzar a observarlo clínicamente, pero de repente le atiza tal golpe en el cuello —golpe doble, en realidad, porque golpean las dos manos, cada una por un lado— que deja al perro inconsciente...
Mientras el indecente trabajador intenta reanimar al animal, su compañero sale inmediatamente en busca de ayuda.
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Y os preguntaréis, ¿cómo las imágenes grabadas por las cámaras de la propia clínica han salido a la luz?
Tras la agresión, el perro fue devuelto a su dueño como si nada hubiese ocurrido. “Ha vomitado pero le tomamos la temperatura y todo está bien. No se preocupe por nada, si Teo empeora, tráigalo de regreso”. Algo así fue la información clínica que obtuvo el dueño.
Pero Teo se mostraba mareado, con la mirada perdida y sin apenas moverse tras la visita al veterinario. Incluso babeaba.
Preocupado, el dueño lo llevó a otra clínica en busca de una segunda opinión. En un inicio pensaron que se trataba de una intoxicación, pero también preguntaron al dueño si Teo había sufrido algún golpe fuerte en la cabeza.
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Con la evidencia médica de que su perro estaba mal, el hombre exigió que se hiciera la investigación correspondiente en la veterinaria El Country. La empresa se prestó a revisar las cámaras de seguridad y entregó la evidencia al dueño de Teo.
"Para sorpresa e indignación, mi perro fue golpeado fuertemente en la cabeza por el señor que lo estaba atendiendo en la peluquería. Tal fue el golpe, que tuve que llevarlo a otro lugar donde afortunadamente está siendo tratado y mejorando lentamente". Así denunciaba el penoso comportamiento el dueño de Teo, que no dudó en publicar las imágenes en las redes sociales para denunciar las malas prácticas del establecimiento.
Si a ti también se te pone la piel de gallina al ver estas imágenes y quieres colaborar para acabar con el sufrimiento de los perros, esta organización te interesa:
Ante la publicación de los acontecimientos, la clínica, con 32 años de trabajo a sus espaldas, quiso lavar su imagen, inevitablemente perjudicada, publicando un vídeo en su cuenta de Instagram en el que los dueños lamentaban lo ocurrido e informaban del despido del agresor:
“Estamos siempre en contra del maltrato a los animales. Desafortunadamente, el empleado que ha tenido este comportamiento, el cual fue despedido inmediatamente, no representa las políticas que tenemos nosotros en la clínica y además nosotros nos hemos caracterizado siempre por ayudar a muchas fundaciones y protectoras de animales”, dice el responsable del centro en un intento de salvar su reputación.
Además, en el comunicado aseguran que tras lo sucedido, implementarán protocolos más rigurosos para el control del personal durante los servicios.
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