Las ansias de las personas por aumentar el número de seguidores en las redes sociales pueden llegar a límites insospechados. A veces, incluso a la mismísima muerte. Es el caso de este joven youtuber, que falleció de un disparo de bala que le propinó su novia durante un peligroso experimento que decidieron realizar para su canal. Aquello sucedió hace un año, pero es ahora cuando se ha filtrado un vídeo sin editar que recoge los momentos previos al fatal accidente.
En el clip podemos ver al joven, Pedro Ruiz, de 22 años, y a su novia, Monalisa Pérez, de tan sólo 20 años y embarazada de su segundo hijo. Situados en el exterior de su casa en Halstad, en el Estado de Minnesota, la pareja explica detalladamente la locura que van a llevar a cabo: comprobar si una bala de una Desert Eagle de calibre 50 puede atravesar un tomo de una enciclopedia de tapa dura. Pero para ello, no van simplemente a disparar al libro. El libro lo va a sujetar Pedro contra su pecho, arriesgando su propia vida.
La joven pareja muestra el arma, de color dorado, y sus proyectiles, de un tamaño considerable, con la que pretenden ejecutar la escena. A pesar de ser un vídeo sin editar, en el que repiten muchas tomas, de la boca del joven salen frases como "estoy preparado para morir", o "si muero, probablemente no me dejen entrar en el cielo por la estupidez de todo esto". Se diría que era bien consciente de que la cosa podía fallar.
La joven, declarada culpable de homicidio involuntario
Desde que ocurrió el accidente en junio de 2017, el caso se estuvo investigando y fue finalmente en marzo de este año cuando el juez a cargo del caso, Jeffrey Remick, declaró a Monalisa Pérez culpable de homicidio involuntario en segundo grado, lo que dio lugar a una pena de 180 días de privación de libertad, la mitad en prisión y la otra mitad en arresto domiciliario, alternándose en periodos de 30 días durante los 6 próximos años. Además, Pérez tiene prohibida de por vida la tenencia de cualquier arma de fuego. La sentencia también prohibe a Monalisa obtener ningún tipo de beneficio económico a través de este caso.
Parte del motivo de esta agraciada pena es la transcripción de los momentos inmediatamente posteriores a los que recoge el vídeo que encabeza estas líneas. Momentos en los que, según las notas judiciales, la joven le suplicó a Ruiz para que se olvidaran de llevar a cabo su idea: "No puedo hacerlo, nene. Estoy muy asustada", le dijo. Él insistió y urgió a su pareja a disparar. "Mientras le des al libro, todo irá bien".
Al parecer, esas palabras de Pedro no eran un decir por decir: según Monalisa, habían realizado una prueba anteriormente (solo disparando al libro) y el truco salió bien. Pedro confiaba en el éxito de su locura siempre que su novia no errara el disparo.
Minutos antes de la tragedia, la joven también publicó la noticia en su canal de Twitter: “Pedro y yo vamos probablemente a grabar uno de los vídeos más peligrosos jamás realizados. La idea es suya, no mía”. Ese tuit también la ayudó.
Casos como este nos recuerdan a otros famosos youtubers que grabaron su propia muerte, como el chino Wu Yongning, que cayó de un rascacielos en noviembre de 2017 mientras grababa un vídeo para su canal. Sin embargo, otros blogueros también utilizan el morbo que suscitan estas situaciones con el fin de concienciar a la población, como hizo la israelí Ashley Waxman Bakshi, que simuló su muerte en directo en un accidente de tráfico mientras se grababa un vídeo respondiendo a preguntas de sus fans, con el fin de alertar del peligro de utilizar el móvil en la carretera.
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