Esta carretera ha quedado transformada en un enorme cauce fluvial tras el paso del huracán Florence por la costa este de los EEUU
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Lo que a primera vista parece un caudaloso río grabado desde el cielo con drones es en realidad la Interestatal 40 a su paso por Pender, Carolina del Norte.
Florence comenzó a amenazar el pasado martes 11 con categoría cuatro sobre cinco, lo que hizo saltar todas las alertas en Carolina del Norte, donde tocó tierra por primera vez con vientos de hasta 150 kilómetros por hora.
Su furia se ha saldado con el fallecimiento de al menos 33 personas en las dos Carolinas y Virginia, graves inundaciones, zonas totalmente anegadas y numerosos cortes de electricidad que hacen que millones de personas permanezcan evacuadas de sus hogares.
"Sé que fue difícil salir de casa, y es aún más difícil esperar y preguntarse si usted tiene siquiera un hogar al que volver", apuntaba Roy Cooper, gobernador de Carolina del Norte, mostrando empatía hacia sus ciudadanos mientras les instaba a mantener la calma y permanecer en refugios alejados de las zonas conflictivas.
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A pesar de que Florence se ha debilitado hasta convertirse en un ciclón postropical de baja presión, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias en Estados Unidos advierte de que este tipo de tormentas pueden cambiar drásticamente su trayectoria en cualquier momento, por lo que es necesario que la población no deje de ser precavida y evite los desplazamientos.
En esta línea de prevención, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) alertaba de que las lluvias intensas e inundaciones fluviales seguirían asolando la zona este del país norteamericano durante toda la semana lo que hace prever que puedan seguir produciéndose evacuaciones en los próximos días.
En estos momentos, los cuerpos de seguridad y emergencias actúan sin descanso con ayuda de voluntarios en labores de asistencia en las zonas afectadas y persisten en el llamamiento a colaborar.
El gobierno ya ha habilitado dentro de su página web un apartado dedicado a Florence en el que presta asistencia al ciudadano afectado, informa sobre programas de voluntariado y ofrece una información constante de la previsión sobre el fenómeno.
En las próximas horas se espera que Donald Trump visite las zonas más afectadas. El presidente de los Estados Unidos ha asegurado que el gobierno se pondrá a disposición de los afectados con ayudas económicas para viviendas temporales o para aquellos que han perdido sus negocios.
La empresa de análisis financiero CoreLogic estima que las pérdidas causadas por Florence se acercarán a los 170.000 millones de dólares, cifra que supera al coste de los daños ocasionador por Katrina en 2005 y Harvey en 2017.
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