Los torbellinos de fuego pueden llegar a alcanzar los 400 grados y son potencialmente peligrosos
PlayGround quiere acelerar el cambio. Con ese objetivo, PlayGroundDO se ha propuesto facilitarte el acceso a acciones de apoyo a causas de impacto social que son de nuestro interés, y creemos que también del tuyo. Acciones a las que puedes sumarte desde tu propio teléfono. Solo tienes que hacer clic sobre el botón rojo ‘DO’ que verás a lo largo del artículo.
¿Nos ayudas a cambiar las cosas?
Como si de una película se tratase, al más puro estilo hollywoodiense, el pasado 8 de agosto se formó en Reino Unido un impresionante tornado de fuego. El tubo de fuego vertical apareció durante un incendio de una fábrica de plásticos de la ciudad de Swadlincote en Derbyshire.
Este fenómeno natural, también conocido como “remolinos de fuego”, es poco frecuente y se produce cuando se dan unas condiciones muy especiales dependientes de la temperatura y del aire durante un incendio. En la mayor parte de las ocasiones aparece cuando un remolino de aire frío entra en contacto con las llamas. En este momento el fuego adquiere una vorticidad vertical y una forma similar a un tornado.
Normalmente este tipo de remolinos alcanzan entre 10 y 50 metros de altura y pocos metros de ancho y suelen durar apenas unos minutos, aunque se conocen casos de torbellinos de fuego que se han llegado elevar hasta un kilómetro por encima del suelo con vientos especialmente virulentos, de hasta 160 km/h, y que han permanecido ahí durante de 20 minutos.
Las temperaturas en las proximidades del tornado pueden llegar a alcanzar los 400 grados centígrados.
Algunos de los tornados de fuego más devastadores sucedieron durante la Segunda Guerra Mundial. Uno de los que más se recuerda es el que se formó en Hamburg durante la Operación Gomorra. Durante el ataque a Dresde, los aliados soltaron cerca de 4.000 toneladas de bombas explosivas y dispositivos incendiarios desencadenando un enorme remolino de fuego que causó la muerte de entre 25.000 y 40.000 personas.
Años antes, en California, una serie de fenómenos similares se llevaron la vida de 1.700 personas. En esta ocasión fue una causa natural. Un rayo cayó desafortunadamente en un depósito de petróleo cerca de San Luis Obispo el 7 de abril de 1926. Numerosos tornados de fuego se desencadenaron arrasando varias estructuras y segaron la vida de gran parte de la población.
No son los únicos ejemplos de este raro fenómeno natural, pero sí los más virulentos. Como dijo el ilusionista Harry Houdini, “el fuego siempre ha sido y, al parecer, seguirá siendo siempre, el más terrible de los elementos”.