¿Recuerdas aquello que pasó cuando la mitad del planeta se volvió loca intentando dilucidar de qué color era cierto vestido? Que si negro y azul, que si blanco y dorado... Pues ha vuelto a pasar. Alguien ha encontrado un nuevo juego para los sentidos, y es bastante más curioso que aquel insulso vestido.
Esta vez no se trata de lo que ven tus ojos sino de lo que oyen tus oídos. La cosa es sencilla. Se trata simplemente de escuchar el audio del vídeo de arriba. Según tú, ¿qué dice esa voz, Yanny o Laurel?
Aunque te cueste creerlo, hay quienes escuchan ‘Laurel’, y hay quienes por escuchan ‘Yanny’. Vuelve a escuchar. ¿Cambia en algo tu percepción inicial?
Cuando la influencer Cloe Feldman colgó la pista de audio en su perfil, no pensaba que alcanzaría los treinta dos mil retuits, ni los diecisiete mil comentarios. Al fin y al cabo, se trataba de un simple archivo de sonido en el que se oye una voz masculina diciendo una palabra.
Lo cierto es que esa palabrita está trayendo de cabeza a todo el mundo que la escucha ya que nadie se pone de acuerdo. Bueno sí, cada persona tiene muy claro lo que oye. ¿Quién tiene razón?
Como siempre se debe hacer en estos casos, hay que darle la espalda a las suposiciones e irnos a la ciencia. Y la ciencia viene a decir que no hay una respuesta correcta sobre lo que se escucha en ese audio, porque cada par de oídos es diferente y cada persona escucha un mismo evento auditivo de formas ligeramente distintas.
Piensa en un mismo instrumento afinado de formas distintas. O en dos micrófonos que pasaran por dos mesas de mezclas cuyos niveles han sido ajustados de forma distinta. Si grabas el mismo evento sonoro con ambos micros, obtendrás un resultado distinto.
En el caso que nos ocupa sucede exactamente eso: hay personas con unos oídos equipados de tal manera por la naturaleza que captan ciertas frecuencias mejor que otras. La acústica de la habitación en la que estés y la calidad de los altavoces que estés usando también juegan un papel en todo esto.
Hay quien comenta que jugando a ecualizar la cosa, concretamente subiendo y bajando las frecuencias bajas, puedes escuchar justo lo contrario de lo que oíste en un primer momento. Incluso hay personas que dicen haber escuchado los dos, o escuchar primero uno y después otro. A nosotros, la verdad, no nos ha funcionado. Así que toca volver a hacer la pregunta: ¿tú qué oyes cuando le das al play?