Si alguna vez te has preguntado cómo pasó Mira Sorvino de ganar un Óscar a la mejor actriz de reparto —por su prostituta parlanchina de Poderosa Afrodita— a hacer telefilmes y películas de tercera fila en apenas dos años, la respuesta es Harvey Weinstein.
O si lo prefieres: lista negra.
Peter Jackson fue el primero en hablar. En una entrevista con stuff.co.nz, el director reconocía que Weinstein, el poderoso productor caído en desgracia, vetó a actrices como Ashley Judd y Mira Sorvino, hizo todo lo que estaba en su mano para que nadie en Hollywood contara con ellas después de haber sido objeto (ellas) de sus acosos (y abusos) sexuales.
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Mira podría haber tenido un papel importante en El señor de los anillos, por ejemplo, porque Jackson la quería, pero desde Miramax le disuadieron de esa idea. “Recuerdo que me dijeron que era un pesadilla trabajar con ella y debíamos evitarla a toda costa”, contaba Jackson. “Debía ser 1998. Entonces no teníamos razones para cuestionar lo que estos tipos [los hermanos Weinstein] nos decían. Ahora me doy cuenta de que aquello era probablemente una campaña de difamación orquestada por Miramax y funcionando a pleno rendimiento”.
La propia Sorvino, que ha escrito de su puño y letra sobre los acosos sufridos a manos de Weinstein, dio gracias a Jackson por confirmar sus sospechas. Poco después, el director Terry Zwigoff vino a corroborar la versión del neozelandés.
Ahí había quedado la cosa. Hasta que las cámaras han asediado a Paul Sorvino.
El padre de Mira parece que se ha tomado la afrenta de Weinstein mucho peor que la actriz. Hasta el punto de que acaba de amenazar de muerte al hombre que ya todos conocen como ‘el depredador sexual de Hollywood’.
En un breve vídeo a pie de calle publicado en la web de cotilleos TMZ, Paul dice estar “furioso”. El hombre está tremendamente enfadado desde que las evidencias apuntan a que Harvey hizo todo lo posible para descarrilar la prometedora carrera de Mira. Y avisa: “Voy a matar a ese hijo de puta”.
Dice el padre de Mira que él no sabía nada sobre los acosos o la lista negra hasta que explotó el escándalo Weinstein este pasado otoño. De haber sabido algo sobre las maneras en las que Weinstein ha tratado a su hija, “él no estaría andando en este momento”, asegura. “Hoy estaría en silla de ruedas”.
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Llegados a este punto, al productor solo le desea la cárcel, como mal menor.
“Debería estar deseando acabar en la cárcel, porque si se libra y nos cruzamos, creo que va a acabar tendido en el suelo, de alguna manera, mágicamente”, amenaza Sorvino, al que conocerás como el Paulie Cicero de Goodfellas.
E insiste: “Va a ir a la cárcel y va a morir en la cárcel. Si no es así, Harvey, tengo malas noticias para ti (…) Si se libra de acabar entre rejas va a tener que verse conmigo, y voy a matar a ese hijo de puta. Es simple”.