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Existe una Faloteca en Islandia donde puedes ver penes de ratones y penes de elefantes. OK. Ahí también puedes mirar reproducciones de penes de atletas olímpicos y otras curiosidades del mundo ‘viril’. Sí. El culto fálico está muy presente en nuestro mundo. En contraparte, hasta ahora no existía un Museo de la Vagina.
Este nuevo proyecto ginecológico comenzó en 2017 con algunas exhibiciones en distintas partes de Inglaterra y recientemente abrió sus puertas en Camden, Londres, con un objetivo clave: normalizar la conversación en torno a… sí: la vagina.
“Casi la mitad de la población del mundo tiene vagina, sin embargo, las vaginas y el resto de la anatomía ginecológica aún son un tabú en la vida diaria. Como en muchos otros temas subrepresentados en la sociedad y la educación, existen más mitos que conocimiento. Esto conduce a expectativas no realistas sobre nuestros cuerpos, cómo deben lucir y cómo debemos relacionarnos con ellos”, explica la carta de presentación del recinto.
El fundador de la Faloteca islandesa posando con el miembro de un elefante. Foto: Reuters
Combatir mitos
La primera exhibición del museo inició el 16 de noviembre pasado bajo el nombre “Muff Busters: Vagina Myths and How to Fight Them”. La exposición intenta desmitificar algunas creencias sobre limpieza y apariencia, los periodos menstruales, el sexo y la anticoncepción.
Sarah Creed, curadora de la muestra, señala que era importante iniciar con una exhibición como ésta para discutir abiertamente la anatomía, sinestigmas ni vergüenza.
“Mitos y leyendas en torno a la anatomía ginecológica han perpetuado una ‘norma’ sobre cómo debe lucir, sentirse y oler y, de hecho, cómo se debe interactuar con ella”, explica.
Imagen de la primera muestra en el Museo de la Vagina. Foto: Angus Young
El museo fue fundado con recursos reunidos en una campaña de crowdfunding que sumó 50 mil libras, bajo la promesa de crear un espacio de difusión de conocimiento y generación de conciencia sobre anatomía y salud ginecológica, además de borrar estigmas sobre el cuerpo y darle confianza a la gente para hablar sobre el tema.
Respeto, integridad, empoderamiento e inclusividad son los valores que orientaron la creación y objetivos del lugar, que también pretende convertirse en un foro para el feminismo, los derechos de las mujeres, la comunidad LGBT+ e intersexual.
“Ha sido muy emocionante crecer el proyecto desde la mesa de mi cocina hasta la apertura de nuestra primera sede. Hacer los preparativos durante los últimos años me ha mostrado que la gente está desesperada por tocar estos temas, porque es algo que les interesa pero es difícil encontrar espacios seguros e inclusivos para tener estas conversaciones”, dice la directora del museo, Florence Schechter.
El acceso al Museo de la Vagina es gratuito y está abierto para público de todas las edades y géneros, los siete días de la semana.
Los mitos y leyendas funcionan para los cuerpos de hadas, claro, pero no para nuestros cuerpos.
