Por qué esperé 30 años para ver Star Wars (y qué pasó cuando lo hice)

Durante casi toda mi vida no supe quiénes eran Luke Skywalker, ni la princesa Leia o Han Solo. No es que nunca hubiera escuchado esos nombres (no vivía en un frasco de mayonesa). Claro que sabía que tenían que ver con una película de espadas láser y naves espaciales, pero no mucho más.

No tengo una excusa generacional: nací en en 1984, siete años después del estreno de la primera película de la saga, Episodio IV Una nueva esperanza. Cuando George Lucas lanzó en 1999 una nueva trilogía con Episodio I - La amenaza fantasma, yo ya tenía 15 años y edad para ir sola al cine, pero preferí ir a ver a Rose y Jack tiritar en una pedazo de madera mientras se hundía el Titanic. ¿Qué pasó después? Después de los 20 sentí que ya era tarde para subirme al mundo Star Wars, que eran demasiadas películas, que ese universo -lleno de teorías, con fans que se conocen los diálogos de memoria y una minoría intensa capaz de escupir odio en redes sociales cuando los personajes femeninos toman demasiado protagonismo- no me pertenecía.

Pero una noche encontré que Netflix tenía en su catálogo casi toda la saga -desde la primera película del 77 hasta El Despertar de la Fuerza, que se estrenó en 2015- y el streaming hizo su magia: de repente, meterme en el mundo Star Wars ya no parecía tan difícil y en un mes, miré todas las películas. Fueron más de veinte horas de pantalla pero valieron la pena: con sus héroes conflictuados, sus villanos enmascarados y sus aventuras galácticas, la saga tiene su fama súper bien ganada.

Algunas (demoradas) razones para ver Star Wars:

Sus heroínas son feministas

La princesa Leia es la heroína de una generación. Y es una heroína feminista. “Trascendió cualquier arquetipo: era una princesa, pero no una damisela en apuros; era una guerrera, pero no se guiaba solo por la espada o la pistola láser (...) nunca deja de ser una rebelde, ejemplificando así las cualidades tradicionales y feministas del héroe”, explicó en una entrevista la filósofa norteamericana Diana Domínguez, que escribió un ensayo sobre El feminismo y la fuerza. Empoderamiento y desilusión en una galaxia muy, muy lejana para el libro Star Wars: filosofía rebelde para una saga de culto.

Leia no es la única protagonista feminista: Rey, la guerrera jedi que protagoniza las últimas tres películas de la saga, anda siempre sola y no necesita que la salven (“no necesito ir de tu mano para correr”, le dice a uno de sus compañeros de aventura). Rey empuña la espada láser y pelea cuerpo a cuerpo con Kylo Ren, el acomplejado villano de la última trilogía, como antes Luke Skywalker peleó contra Darth Vader.

Los efectos especiales (de los setenta y los ochenta)

Una de las cosas más increíbles de las primeras películas de Star Wars son sus efectos especiales que vistos desde ahora pueden parecer muy rudimentarios pero en la época fueron revolucionarios: con marionetas, maquetas y cámaras con control de movimiento George Lucas hizo explotar naves espaciales en desierto galáctico y le dio vida a criaturas como Master Yoda o Jabba The Hutt en una época pre-CGI.

Entender los memes

Cuando empecé a ver Star Wars fue como si me corrieran un velo de los ojos: de repente, entendí muchísimas referencias culturales que toda la vida habían estado a mi alrededor y yo no detectaba. Ahora, entiendo (y uso) las expresiones como “May the Force be with you” (“que la Fuerza te acompañe”) o “Luke, I am your father” (“Luke, soy tu padre”). Pero lo mejor es que ahora entiendo los memes y los tweets que usan al universo Star Wars para hablar del mundo actual.

Ver la (por ahora) última película de la saga en el cine

En diciembre se estrena Episodio IX El ascenso de Skywalker. Es la última oportunidad de vivir la experiencia completa de Star Wars. En redes sociales, muchos fans históricos están enojados con el rumbo que la saga tomó cuando pasó a estar en manos de Disney. Otros pasan el tiempo imaginando y descartando teorías sobre el posible desenlace de la historia. Para los que recién llegamos es otra cosa: el paso final en nuestro entrenamiento de jóvenes padawans.