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Culture
"Se están conociendo otras caras de México y eso es algo que me hace feliz. Nunca te podrás deslindar de tu origen. El hecho de que yo olvidara eso sería olvidar quien soy"
18 Diciembre 2018 13:29
El mundo se ha puesto de acuerdo: Roma, de Alfonso Cuarón, es la película del año. Y su protagonista, Yalitza Aparicio, la actriz revelación.
La historia del largometraje cautiva a cada espectador que la ve, tanto por su belleza como por su dureza, y eso es gracias indudablemente al trabajo de esta mexicana nacida en Tlaxiaco (Oaxaca). Para celebrar su figura, Vogue México ha querido contar con ella para la portada del número de enero y el resultado es una celebración de los orígenes, las raíces y la humildad.
La actriz, que ha sido víctima de ataques racistas constantes desde su salto a la fama, aparece en la portada con una frase en mixteco (In tiu’n ntav’i, que significa ‘Una estrella ha nacido’). Los mixtecos representan la cuarta minoría amerindia de México tras los nahuas, los mayas y los zapotecos.
La gran mayoría de los comentarios despectivos que ha recibido se deben precisamente a su procedencia mixteca, lo que demuestran que algunos de los problemas sociales que se escenifican en Roma no solo siguen vigentes, sino que deben pensarse también desde esta interseccionalidad entre la pobreza y la racialización.
En una entrevista (vídeo abajo) en la que Yalitza se describe a sí misma, la intérprete le planta cara al racismo: “Se están rompiendo ciertos estereotipos de que solo personas con cierto perfil pueden aspirar a estar en una película o a estar en la portada de una revista. Se están conociendo otras caras de México y eso es algo que me hace feliz y orgullosa”.
Gracias a Roma se está hablando de “una identidad que se ve” y, tal y como remarca, Aparicio se siente muy orgullosa de “su piel, muy mexicana, oaxaqueña y muy humana” y también “del color” de su tierra “y de la diversidad de sus colores”. “Nunca te podrás deslindar de tu origen. El hecho de que yo olvidara eso sería olvidar quien soy”, sentencia.
Aparicio, que a pesar de no haber estudiado interpretación desgarra la pantalla con esta historia centrada en una familia de clase media en la Ciudad de México de los 70, se define a sí misma como “una mujer normal y fuerte, como todas las demás”. En esa línea, no es de extrañar que luzca en la revista un vestido de Dior inspirado en las escaramuzas, las mujeres jinetes. Las escaramuzas lucharon por hacerse un huego en el arte de la charraría, dominado por hombres, y es posiblemente uno de los símbolos feministas y costumbristas más empoderadores de México.
Yalitza sabe lo que hace y, sobre todo, sabe quién es.
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