Algunos cocineros podrían pensar que no hay nada mejor que el galardón pero ellos lo tienen claro
El próximo lunes la famosa Guía Michelin anunciará los restaurantes con estrella en el Reino Unido e Irlanda en una de sus famosas galas anuales llenas de señores con traje y los nombres de siempre. Será una gala más si no fuera por una ausencia significativa con alto poder simbólico: los dueños de un restaurante de Gales han decidido renunciar voluntariamente a su estrella Michelin para poder pasar más tiempo de calidad con sus parejas e hijos.
Stephane Borie, Sarah Francis y Kathryn Francis
Stephane Borie, Sarah Francis y Kathryn Francis, dueños del restaurante The Checkers en Montgomery (Gales), fueron galardonados con su primera estrella en su año de apertura en 2011 gracias a su cocina clásica y afrancesada que mereció el reconocimiento tan deseado de los críticos de la Guía Michelin. 7 años después, los dueños han dicho basta con un comunicado oficial en su página web:
“A principios de septiembre de 2018 hicimos un gran cambio. Llamamos a Michelin para informarles que revisaríamos por completo nuestro modelo de negocio; porque estaremos abiertos solo durante el día. Es importante que Michelin lo sepa, tenemos un gran respeto por la guía y se basa en la precisión. Fue correcto llamarlos para informarles sobre los próximos cambios en nuestro negocio. De hecho, estábamos devolviendo nuestra preciada estrella Michelin”.
La entrada del restaurante
La razón principal para rechazar lo que tantas horas de trabajo les costó lograr son los 5 hijos que tienen las dos familias. "No sé cómo lo hemos hecho durante todos estos años, haciendo malabarismos con los niños y los turnos divididos de trabajo y horas extra en la cocina", dijo Sarah Francis para The Guardian.
Su renuncia es un duro golpe para el modelo de la famosa guía francesa porque ponen sobre la mesa la presión añadida de los cocineros y la imposibilidad de conciliar su trabajo con la vida familiar: "se trata de llevar el negocio hacia una nueva dirección porque nuestra familia es lo primero. Significa trabajar de día y tener las tardes para nosotros".
Declinar premios como cocineros para ganar calidad de vida como personas. Por esta poderosa razón el restaurante de alta cocina francesa se convertirá en un comedor de desayunos y almuerzos de lunes a viernes. ¿Y las noches? Tiempo para la vida familiar perdida en los fogones.
El equipo de cocina
Ante los rumores y falsas teorías sobre su acto han tenido que especificar que no ha sido una decisión fácil: “sí, estamos tristes, es el final de una era, pero es por los motivos correctos... y estamos emocionados por la próxima aventura”.
Pero lo de este restaurante galés no es un caso aislado. La Guía Michelin está sufriendo algunos reveses inesperados que ponen en duda su modelo de promoción y son varios los casos sonados que repudian unos premios que hasta hace poco tiempo parecían intocables. En Septiembre por ejemplo, el mediático chef inglés Marco Pierre White notificó ante los medios que no daba permiso a los inspectores de la guía a visitar su nuevo restaurante en Singapur porque "ellos venden ruedas, yo comida".
Por razones bien distintas el cocinero francés Sébastien Bras decidió salir del universo Michelin renunciando a sus tres estrellas con estas palabras: “Hoy, con 46 años, quiero dar un nuevo sentido a la vida. Mi vida profesional. Mi vida en general. Y redefinir eso que es esencial para mí. Puede que pierda en popularidad, pero lo acepto, lo asumo. Voy a poder sentirme libre, sin preguntarme si mis creaciones van a complacer o no a los inspectores de la Michelin”, decía.
Y si añadimos los casos de suicidios de cocineros que no soportaron la presión de perder su estrella, se confirma que la idea preconcebida de glamour, dinero y alegría que la gente tiene sobre los restaurantes de alta cocina quizás no cuadra exactamente con la idea casi utópica del oficio de cocinero que muestran los medios de comunicación.
