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Trabajadoras de McDonald's convocan un paro en 10 ciudades contra el acoso sexual

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Sostienen que una "epidemia de acoso sexual" asola la cadena y la empresa no toma medidas

Rosa Molinero Trias

18 Septiembre 2018 14:47

Las trabajadoras de McDonald’s denunciarán hoy públicamente las agresiones sexuales a las que se ven sometidas por sus compañeros y ante las cuales, alegan, la compañía ni las previene ni les pone remedio. Lo harán en su hora del almuerzo y en 10 ciudades de Estados Unidos: Chicago, Durham, Kansas City, Los Angeles, Miami, Milwaukee, New Orleans, Orlando, San Francisco y St. Louis.

Desde 2016, 25 mujeres han denunciado a la empresa por no cumplir sus propias políticas contra el abuso. Entre ellas, una menor de 15 años, Breauna Morrow, de St. Louis, que sufrió el acoso periódico de un trabajador mayor de edad durante dos meses, ante la pasividad de los supervisores.

El caso de Tanya Harrell, de 22 años, ocurrió en el McDonald’s de Nueva Orleans donde trabajaba. “Se me tiraba encima con mucha agresividad. Me tocaba los pechos y otras partes íntimas”, contó para Eater. Al denunciarlo, los supervisores se burlaron de ella y le dijeron seguramente estaba provocando a su compañero. Tanya tuvo que pedir unos días libres y, por suerte, a su vuelta comprobó que el agresor había dejado el trabajo. Días más tarde, otro compañero la atacó y la forzó a tener sexo con él. Después de que se rieran de ella una primera vez, no quiso gastar fuerzas en denunciar el segundo asalto y dejó de ir a trabajar. “No podía lidiar con ello; físicamente, no podía ir al trabajo. No pude pagar mi factura del teléfono ni las medicinas de mi abuela. Tuve que pedir dinero porque tenía miedo de volver al trabajo”.

Adrianna Álvarez, que lleva 9 años trabajando para un McDonald's en Chicago, afirma que las empleadas están asustadas. "Les preocupa quejarse y que esto afecte a su estatus legal, que las despidan o que haya venganza. Dependen de estos trabajos", contó para The Guardian. Y añadió que en el caso de una de sus compañeras, víctima de una agresión, el terror era tal que se sentía incapaz de usar el baño durante todo el día para no tener que afrontar a su supervisor.

Es la realidad de hasta un 40% de mujeres que trabajan en el sector de la comida rápida: con sueldos precarios y pocas alternativas laborales, soportan agresiones sexuales para poder llegar a final de mes. Así lo sostienen Time’s Up Legal Defense Fund y Fight for 15 $, dos grupos que las apoyan en su lucha por los derechos, y Annelise Orleck, autora de We Are All Fast-Food Workers, que califica de “endémico” el acoso sexual en el sector.

Por su parte, McDonald’s se defendía esta vez de forma similar al pasado verano, negando los reclamos de sus trabajadoras: “No hay lugar para el acoso o la discriminación de ningún tipo en McDonald’s. Desde nuestra fundación, nos hemos comprometido con una cultura que motiva el trato respetuoso de todo el mundo”. Afirmaban, además, que tienen políticas y formación específicas para combatir el acoso sexual, en sus restaurantes.

La cadena también contó que había contratado a una firma experta en combatir la violencia sexual, Rainn, y a los servicios de Seyfarth Shaw at Work, para desarrollar mejores políticas, procesos y formación en este aspecto.

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