'Dead Sushi', la película de culto más gore sobre comida japonesa

Sushi. Artes marciales. Veganismo. Neurosis japonesa. Feminismo. Y Zombies. Todo esto en el mismo rollo de película. Deddo sushi ('Dead sushi'), del director Noboru Iguchi, es una película gore trash que se está viralizando en las redes 5 años más tarde de su estreno. Y no es difícil saber por qué:

“El sushi de mi padre es una verdadera obra de arte. Estoy segura que los peces renacen en sus manos”, dice Keiko, que quiere aprender a hacer sushi igual que las manos expertas de su padre. Pero su padre es un machista acabado que le dice que nunca llegará a ser una verdadera maestra del sushi porque es mujer. Siguiendo ese pésimo razonamiento, está obligada a entrenar patadas y puñetazos a diario e incluso a practicar las técnicas del sushi con pesados grilletes en las manos. Todo para borrar su feminidad.

'Deddo sushi'

Al final, Keiko, sintiendo que jamás podrá satisfacer a su padre y honrarlo como la cultura japonesa manda, escapa de casa y termina de camarera en un hostal donde se da cuenta que el sushiman prepara un sushi horroroso. Y le plantará cara, reivindicando el oficio y el rigor que le enseñó su padre.

Allí coincidirá con los trabajadores de la farmacéutica Komatsu, con la mala suerte que un científico al que despacharon y que terminó viviendo en la calle también se encuentra por allí. Y no dudará en vengarse de todos ellos.

'Deddo sushi'

Lo hará usando un suero que resultó de su investigación y que tiene el poder de revivir a los animales. Así, inyecta en un calamar esta solución para que acabe con la vida de una pareja de jóvenes que le han tirado el sushi al suelo y que lo han apaleado.

“No tengo ningún interés en mi vida. Pero no perdono a un hombre que desperdicia la comida. Los lamentos del pescado muerte me llega a las orejas. Ser comido por los hombres es humillante. Ahora ha llegado tu momento de comértelos”, le dice el científico a su calamar.

“¡Sushi! ¡Vuela!”, grita el científico a su calamar asesino.

Dicho y hecho, el calamar le rebana la cabeza a ella, que sale volando por los aires y se encuentra con el chico justo antes de caer para un beso de tuerca final, antes de que el calamar ensarte las dos cabezas.

'Deddo sushi'

Siguiendo con su plan maléfico, el calamar infectará a unas piezas de sushi que están a punto de ser degustadas por dos empleados de la farmacéutica. El primero cierra los ojos para degustar un nigiri mejor, sin darse cuenta que al atún le han salido unas aletas afiladas como cuchillas. Lo come extasiado. Pero se escucha que algo se ha roto. “Consistencia insólita, fuerte sabor a hierro. Comeré otro más”, emite el veredicto el chico, que empieza a sangrar a chorro.

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A partir de aquí, la sangre aliña la peli y los sushis voladores que alguna vez has soñado que te caigan en la boca en un desfile lento y mágico, vienen en enjambre a quitarte la vida, con mordiscos directos a la yugular.

'Deddo Sushi'

Porque en su nueva vida, el sushi saca los dientes. E incluso protagoniza unos minutos de videoclip, contoneándose y entonando unos grititos de guerra sobre la tabla de bambú.

'Deddo Sushi'

Es el último aviso a los huéspedes del hostal, que no estarán ni a salvo ni del sushi de gunkan. Lo que siempre han sido huevas redondas y blanditas, aquí le arrancan la lengua a una chica, que sufre ante la impasibilidad de su compañero de trabajo, que piensa en aprovecharse de la ocasión para tocarle los pechos. Pero a ella le terminan por reventar los ojos de forma bastante cómica y el sucio plan del acosador se ve interrumpido por más horror.

'Deddo Sushi'

Tampoco faltará el momento de compasión: Keiko, aprendiz de maestra del sushi, conoce el alma de un nigiri de tamago. La tortilla que cubre el arroz no para de arrojar un ácido corrosivo, pero la sushiwoman comprende su verdad: “el pobre no ha decidido ser así. Es como si tuviéramos algo en común”, dice recordando las duras palabras de su padre.

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¿Serán las artes marciales la clave para derrotar al sushi asesino? ¿Terminarán de paso con el machismo institucional de la sociedad japonesa? ¿O se liarán a tiros de repente? ¿Y cuándo aparecen los zombies? Todas las preguntas tienen su respuesta en Deddo sushi. Porque a la historia del sushi le faltaba la apostilla de una película grotesca.

Los créditos finales acaban con un mensaje del director: "No se dañó a ningún sushi durante el rodaje de esta película". No podemos decir lo mismo con los humanos

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