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Opinion Lo que nos dice la imagen de Mon Laferte y Yalitza sobre nuestras generaciones Life

Lo que nos dice la imagen de Mon Laferte y Yalitza sobre nuestras generaciones

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Mon Laferte y Yalitza en el video Plata ta tá. Foto: @YalitzaAparicio
 

Lo que nos dice la imagen de Mon Laferte y Yalitza sobre nuestras generaciones

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Tanto millennials como generación Z se despegan abismalmente de sus antecesores; mira la imagen de Mon Laferte y Yalitza y piensa si hace décadas hubieran logrado ser las mujeres que son hoy

Golpeando una cacerola, haciendo ruido dentro y fuera de las redes sociales, así se ve a la cantante chilena Mon Laferte acompañada de la actriz mexicana Yalitza Aparicio en el video Plata ta tá, un reguetón que invoca un grito de guerra: “Esta generación tiene la revolución, con el celular tiene más poder que Donald Trump”.

La imagen de estas dos mujeres es especial en un momento en que América Latina está en efervescencia, pero también porque ambas —protagonizando movimientos sociales desde los Grammy hasta los Oscar— forman parte de una generación que está mostrando un cambio.

Ambas son millennials —aunque una de ellas está un poco más cerca de la generación Z— y tienen trayectorias personales que coinciden en muchos puntos, tal vez el principal: la libertad de desarrollarse como eligieron.

“Nos sacamos los sostenes, levantamos los pañuelos, verde como la marihuana”, canta Mon Laferte, quien hizo espacio en su repertorio de baladas románticas para cantar un ritmo que quiere provocar perreo y levantamiento.

Estas dos mujeres son también ejemplos generacionales. Mon, una chilena vegana que decidió vivir en México y conquistar mercado internacional cantando en español; una artista que decidió mostrar sus pechos desnudos para alertar sobre la violencia en su país.

Yalitza, una profesora mixteca que dejó su carrera para actuar y ganarse la admiración en las alfombras rojas del mundo como protagonista de Roma, la película de Netflix ganadora del Oscar; una joven nueva vocera proindigenista y activista por los derechos de las empleadas domésticas.

Libertad y decisiones

¿Casarse? ¿Procrear? ¿Comprar casa? ¿Vivir en el país donde se nace? ¿Trabajar en lo que estudia? ¿Comer carne? ¿Ser heterosexual?... La lista de interrogantes es larga y suele ser una nube que ronda la mente de aquellas personas que nacieron en ciudades, que crecieron con internet (o supieron hacerlo su segunda piel). Gente que succiona mucha más información que sus antecesores (generación X, baby boomers) y en su vida cotidiana tiene grabado un “por qué?”, así, sin signo de interrogación al inicio.

Simon Sinek, escritor y motivador inglés, dijo en una entrevista-monólogo que los millennials (y generación Z) son personas que jamás están contentas. Según él, esto se debía a cuatro situaciones: a cómo fueron criados, a la tecnología, a la impaciencia y al ambiente en el que se han desenvuelto.

Al leer eso probablemente pensaste: "OK, boomer”. Y sí, ese meme representa la tensión generacional que vivimos actualmente, una tensión que, por supuesto, no es nueva.

ok boomer

Cort Rudolph, psicólogo de la Universidad de Saint Louis, ha rastreado la prevalencia de adultos que se quejan del estado de los jóvenes a lo largo de la historia.

Esto se ha vuelto una constante a la que llaman "generacionalismo", también un prejuicio contra un grupo de personas en función de cuándo nacieron: “Los jóvenes siempre son más egocéntricos y narcisistas. Las personas mayores siempre están un poco más establecidas en sus formas. Los jóvenes están hartos de los adultos en la política y la industria que exacerban la desigualdad”, agrega Rudolph.

Si Mon Laferte y Yalitza Aparicio hubieran nacido 30 o 40 años antes, es probable que la primera siguiera en Chile, quizá no sería una intérprete reconocida en toda Latinoamérica ni haría topless en los Grammy como protesta política. Aparicio tal vez habría seguido educando a sus alumnos en Tlaxiaco y jamás hubiera conocido a Alfonso Cuarón, quien a lo mejor elegía a una actriz famosa para protagonizar —literalmente— la película de su vida.

Sobre este tipo de cambios, el psiquiatra Rafa López nos dice: “Hoy en día tenemos algo llamado libertad, cosa que antes no tuvimos, ese es uno de los grandes beneficios que nos ha traído esta generación. Y ¿qué es la libertad?, es la posibilidad de elegir”.

Pero como casi todo lo bueno en la vida, la libertad no viene libre de conflictos.

“A estas generaciones les cuesta saber ir tomando decisiones. Antes era muy fácil porque esas decisiones ya estaban tomadas por la sociedad. Les decían ‘tú tienes que crecer, sacar 10 en la escuela, elegir un buen trabajo, casarte con alguien, tener hijos y tus hijos tienen que crecer, estudiar, tener un buen trabajo…’, o sea, era algo que se daba por hecho, eso generaba un alto grado de compromiso, pues no había libertad de tomar otras decisiones”, señala el analista de Supracortical, en Puentes Podcast..

Y ahora, aquel "alto grado de compromiso" ya es, digamos, relativo.

Así es que, mientras el mundo está en llamas y enfrentamos una crisis climática, nos toca vivir un intenso coctel de libertad para decidir quiénes somos, qué tipo de compromisos queremos adquirir, qué responsabilidades vamos a asumir...

Cada generación encarna sus contradicciones, a la nuestra le tocaron varias: por un lado queremos salvar al planeta, pero por otra, ¿alguien quiere renunciar a las comodidades? No queremos acotar nuestra libertad, pero al mismo tiempo nos urge comprometernos. ¿Ser libre, ser tú mismo y elegir compromisos con potencial de mejorar tu vida y la de los demás?

Suena fácil, ¿no? Al menos tenemos a Mon y a Yalitza.

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