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Una investigación destapa el crimen sexual que inspiró 'Lolita'

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La semana que viene se publica 'The Real Lolita', de Sarah Weinman, un libro que relata la historia de Sally Horner, la niña de 11 años que fue secuestrada por un criminal sexual en 1948. La investigación demuestra que Vladimir Nabokov conocía bien el caso e incluso tomó notas sobre el suceso

Eudald Espluga

03 Septiembre 2018 14:34

El 20 de agosto de 1952, una niña de 15 años llamada Sally Horner moría en un accidente de coche en Woodbine, Nueva York.

Muchos periódicos estadounidenses publicaron una misma nota de prensa, en la que apenas se hacía referencia a las circunstancias del trágico suceso. Por el contrario, el escrito se centraba en la historia de la niña, que con 11 años había sido raptada por Frank LaSalle, y convertida en su esclava sexual durante 21 meses.

Hasta ese momento, el secuestro no había interesado especialmente a la prensa. La desaparición de una niña no generaba en los medios el efecto buitre que hoy conocemos. Y aunque cuando Sally Horner logró escapar en 1950 la prensa reseñó lacónicamente los hechos, fue gracias la noticia del cuando que Vladimir Nabokov descubrió el caso: un criminal sexual, condenado por haber violado a cinco niñas de entre 12 y 14 años, había coaccionado a Sally para que mintiera a su familia, la había obligado a mantener relaciones sexuales con él y se la había llevado en un largo viaje a través de Estados Unidos.

(Frank LaSalle)

Nabokov llevaba más de una década trabajando en una novela sobre la relación abusiva entre un adulto y una niña, y el caso de Sally le ayudó a desarrollar la trama. En el recorte de prensa, conservado en el archivo del escritor, se pueden ver algunas palabras y frases subrayadas, como "delincuente moral de mediana edad" o "esclava que atravesó el país". Además, en sus anotaciones, Nabokov dejó registrada su intención de que Humbert Humbert leyera la noticia del secuestro de Sally Horner en el motel donde violaría por primera vez a Lolita.

Sin embargo, como ha señalado Alexander Dolinin —el investigador que descubrió el recorte y propuso por primera vez esta teoría— el novelista descartó finalmente la idea, por considerarla demasiado evidente. En cambio, decidió incluir una referencia, hacia el final y entre paréntesis, en la que Humbert Humbert reflexiona sobre el sentido de lo que le estaba haciendo a Dolores Haze.

"¿Le hubiera hecho a Dolly, tal vez, lo que Frank La Salle, un mecánico de 50 años, le había hecho a Sally Horner, de 11 años, en 1948?".

La Lolita de verdad

Con estas revelaciones, parece que no hay duda: Sally Horner fue la "Lolita de verdad". Las dos son niñas morenas, son hijas de madres que han enviudado, son raptadas por un depredador sexual durante dos años, y son retenidas contra su voluntad a través de las mismas amenazas. Nabokov reciclará incluso la idea del accidente automovilístico, ya que en la ficción es Charlotte Haze, madre de Lolita, la que muere atropellada.

Aunque la novela está lejos del cliché hiperrealista, del basado-en-hechos-reales, la periodista Sarah Weinman publicará la semana que viene The Real Lolita. The Kidnappinng of Sally Horner and the Novel That Scandalized the World. El libro se presenta como un tour de force detectivesco en el que se indaga la relación entre realidad y ficción: aspira a restituir la memoria olvidada de la víctima. La investigación de Weinman se hizo publica en noviembre de 2014, cuando publicó un artículo titulado 'The Real Lolita' en el que resumía la historia de Horner.

No es el único libro que retoma los descubrimientos de Dolinin y recupera la trágica historia de Sally. Este agosto también se ha publicado Rust & Stardust, una novela de Tammy Greenwood, que aborda el caso desde la ficción, y que se abre con un epígrafe de Nabokov.

Por supuesto, sería ingenuo creer que Lolita es una mera excrecencia del caso real, una transposición literal de la tragedia de Sally Horner. Sabemos que el mito de la nínfula no es ni mucho menos un invento de Nabokov, y que la fantasía perversa sobre la que se erige la novela desborda la historia de Horner. Otras investigaciones han demostrado la existencia de influencias que no podemos desdeñar, como Reverie, el retrato que Salvador Dalí de una niña llamada Dullita, que pretende mostrar la obsesión sexual de un señor mayor y culto por una chica joven y sencilla. Y existen precedentes culturales suficientes —Alicia Liddell, la Monelle de Marcel Schwob o la Lolita de Heinz Von Lichberg— como para que no cometamos tal reduccionismo.

Además, como explica la propia Weinman, las diferencias entre la historia de Sally y la de Dolores son enormes. Frank LaSalle, que no era ni mucho menos un hombre culto como Humbert, nunca llegó a colonizar la casa de los Haze. Por el contrario, aprovechó un pequeño desliz de la niña para engañarla.

(Foto de Sally Horner tomada por Frank LaSalle)

El 14 de julio de 1948, Sally tuvo que afrontar un pequeño ritual de paso para ganarse la aceptación de las chicas más populares de su clase: tenía que robar algún objeto por valor de 10 centavos de unos grandes almacenes. Finalmente se atrevió a entrar en un tienda Woolworths y se metió una libreta en el bolso. Cuando salía de la tienda, LaSalle, que había visto la escena, la agarró por el brazo y se presentó como un agente del FBI. Le dijo que estaba detenida y se la llevó con él.

Sally no paraba de llorar, y el asaltador aprovechó su desesperación para mostrarse más dulce: le dijo que había tenido suerte de encontrarse con él y no con otro agente; le dijo que la dejaría libre, que no se preocupase; le dijo que simplemente deberían de mantener el contacto.

A la mañana siguiente, sin embargo, los términos de la relación habían cambiado. LaSalle la asaltó camino del colegio, y le dijo que si no quería meterse en problemas debía viajar con él a Atlantic City. También le aconsejó que mintiera a su madre, y le contara que él era el padre de unas amigas suyas que la habían invitado a pasar unos días de vacaciones. Horner consiguió engañar a su madre, y se marchó con LaSalle.

Como explica Weinman, si atendemos a la resolución del caso, los paralelismos con Lolita vuelven a ser evidentes.

Sally logró escapar a su cautiverio cuando, estando en Dallas, se atrevió a contar los hechos a un amigo de clase. Entendió que debía encontrar la forma de marcharse, y tres semanas más tarde pudo hacer una llamada pidiendo ayuda. Algo muy parecido a lo que leemos en la novela de Nabokov: Humbert Humbert sospecha de que Dolores haya hablado con su amiga Mona y, después de una discusión, Lolita se escapa para hacer una llamada.

Además, como ya señaló Dolinin en su investigación pionera, "cuando en el capítulo final de la novela Humbert afirma que se habría dado a sí mismo al menos treinta y cinco años por violación, y desestimó el resto de los cargos, imita una frase aparecida en prensa de Frank La Salle".

"Lolita no es una niña perversa"

Parece evidente que la publicación de 'The Real Lolita' abrirá nuevamente el debate moral sobre la obra de Nabokov, puesto que el trasfondo histórico del caso parece invalidar cualquier lectura que aspire a ver en Lolita la erotización sin cortapisas de una niña de 12 años.

Lo dijo el propio autor en una entrevista con Bernard Pivot: "Lolita no es una niña perversa. Lolita es una pobre niña que corrompen y cuyos sentidos nunca llegan a despertar bajo las caricias del inmundo señor Humbert". Pero tanto algunos críticos, como aquellos quienes quieren imputar al feminismo un desbocado espíritu censor, se han esforzado en ignorar esta realidad.

Conocer en detalle la historia de Sally Horner —y entender la relación que Nabokov tuvo con el caso— quizá impedirá que de ahora en adelante se siga hablando de Lolita en estos términos.

"Fuera de la mirada maníaca de Mr. Humbert no hay nínfula", decía Nabokov, y ahora sabemos que fuera de la mirada maníaca de Mr. Humbert estaba Sally Horner.

Polémica desde el minuto 0 y hasta nuestros días. #Lolita #Nabokov #playgroundbooks #noticias

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