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Crisis en Zimbabue: el ejército toma el control pero niega el golpe de Estado

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Según los militares, solo se trata de una purga de delincuentes dentro del Gobierno

S.L.

15 Noviembre 2017 14:08

Lo anunciaba hace tan solo unas horas un portavoz del ejército zimbabuense mediante un comunicado leído en la televisión estatal: el ejército había tomado el control de Zimbabue.

Sin embargo, los militares han negado que se trate de un golpe de Estado contra el presidente Robert Mugabe, en el poder desde 1980. “No es una toma de poder militar del gobierno. Solo estamos apuntando a criminales alrededor del Gobierno que están cometiendo crímenes que provocan sufrimiento social y económico al país”, explicó al país el general Sibusiso Moyo.

“Desde el ejército deseamos asegurarle a la nación que su excelencia el presidente y su familia están sanos y salvos y su seguridad está garantizada”, continuaba el comunicado. "Les instamos a que mantengan la calma y limiten el movimiento innecesario. Sin embargo, alentamos a aquellos que están empleados y aquellos con negocios esenciales en la ciudad a continuar con sus actividades normales como de costumbre. Tan pronto como hayamos cumplido nuestra misión esperamos que la situación vuelva a la normalidad”, añadió Moyo.

Robert Mugabe, presidente de Zimbabue desde 1980

Los soldados han tomado la capital y han cerrado edificios institucionales como el Parlamento, las oficinas gubernamentales, los tribunales y el acceso al Munhumutapa, la residencia oficial del presidente.

La toma del país se produce tras una escalada de tensión producida estos días a raíz de la destitución el pasado día 6 de noviembre del vicepresidente y posible sucesor, Emmerson Mnangagwa, en favor de la candidatura de la esposa del presidente, Grace Mugabe. Mnangagwa, que ha tenido que huir a Sudáfrica, fue acusado de "deslealtad, falta de respeto y engaño".

La decisión del Gobierno provocó una fisura entre los partidarios en el ejército del vicepresidente, que creen que todo forma parte de un entramado para derrocarle y hacer presidenta a Grace Mugabe. Este lunes, el general Constantino Chiwenga declaró que el ejército estaba listo para intervenir para finalizar con las luchas internas dentro del Frente Nacional Patriótico de la Unión Africana de Zimbabue (ZANU-PF), partido en el Gobierno desde el fin de la ocupación británica. "La purga actual dirigida contra los miembros del partido que participaron en la liberación debe detenerse", incidió en referencia a la destitución del vicepresidente.

Los soldados han tomado la capital y han cerrado edificios institucionales como el Parlamento, las oficinas gubernamentales, los tribunales y el acceso al Munhumutapa, la residencia oficial del presidente.

Un día después, los tanques llegaron a Harare. Por el momento no está claro quién lidera el levantamiento militar pero este se ha saldado ya con las primeras detenciones. Según fuentes del Gobierno citadas por la BBC, el ministro de finanzas, Ignatius Chombo, ha sido detenido junto con el de Educación, Jonathan Moyo, y el titular de Gobierno Local, Obras Públicas y Vivienda, Saviour Kasukuwere. Varios testigos han asegurado que ha habido disparos y explosiones en varias zonas de la ciudad y las embajadas de Reino Unido y Estados Unidos han pedido a sus ciudadanos que no salgan a la calle hasta que la situación se aclare.

Las reacciones tras el movimiento de los militares no han tardado en llegar. El líder de los veteranos de guerra, Chris Mutsvangwa, explicó a Reuters que la intervención del Ejército es el “final de un capítulo muy doloroso y triste en la historia de una nación joven, en la que un dictador, cuando envejeció, entregó su corte a una pandilla de ladrones que rodeaban a su esposa”. Por otro lado, el líder de las juventudes del ZANU-PF, Kudzai Chipanga, ha asegurado que no permitirán que el ejército desafíe la Constitución y “están dispuestos a morir” para defender al presidente Mugabe.

Varios testigos han asegurado que ha habido disparos y explosiones en varias zonas de la ciudad y las embajadas de Reino Unido y Estados Unidos han pedido a sus ciudadanos que no salgan a la calle hasta que la situación se aclare.

El ex asesor del líder opositor zimbabuense, Morgan Tsvangirai, explicó a la BBC que los militares “han decidido no llamar golpe de estado a su movimiento porque saben que un golpe no vende y será condenado”. “Pero en lo que respecta a la autoridad, parece muy claro que el presidente Mugabe ahora es solo un presidente de nombre y la autoridad reside en el ejército”, añadió.

Mugabe tiene 93 años y es el único líder que el país ha conocido desde su independencia de los británicos hace 37 años. También es el jefe de Gobierno del ejercicio más anciano del mundo. Fue uno de los líderes de la independencia zimbabuense pero desde su llegada al poder los escándalos y las acusaciones de vulneración de derechos humanos han salpicado su mandato. En los últimos años, la imagen de Mugabe ha quedado gravemente deteriorada tanto por la evidente fractura dentro de su propio partido como por la crisis económica y social que atraviesa el país. Una fractura que hoy por la mañana, al parecer, ha terminado de abrirse.

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