Ha concluido el juicio a los tres voluntarios que se enfrentaban hasta 10 años de prisión por "promover el tráfico ilegal de personas"
La justicia griega ha dictado libertad sin cargos para Manuel Blanco, Julio Latorre y José Enrique Rodríguez, quienes este lunes se han sentado en el banquillo acusados de salvar vidas. Los voluntarios forman parte del grupo Proem-Aid, un grupo español de emergencias constituido en 2015 y que rescata a personas en la costa suroeste de Lesbos (Grecia) y, desde septiembre de 2017, en el Mediterráneo Central.
Los tres voluntarios fueron detenidos y puestos en libertad hace alrededor de un año. En el momento en el que fueron detenidos por los guardacostas helenos, la noche del 14 de enero de 2016, se encontraban intentando auxiliar a unas embarcaciones de plástico con posibles solicitantes de asilo. No encontraron las barcas, pero, de regreso, los guardacostas los detuvieron.
Este lunes la justicia griega los ha puesto en libertad sin cargos. Los tres hombres estaban acusados por un “delito de tráfico de personas en grado de tentativa”. Se enfrentaban hasta 10 años de cárcel. Los tres bomberos, de nacionalidad española, anunciaron que pedirían mediación al Gobierno de España para "contar con garantías y que no se repitan algunas situaciones de cierta indefensión a la que ya hemos hecho frente”, según recoge Europa Press.
“Por nuestros compañeros y por todas las personas y oenegés que dan su vida por los demás, decimos NO a la criminalización de la ayuda humanitaria”, expresa la ONG en un post de Facebook. Proem-Aid recuerda que, desde que iniciaron su andadura en 2015 han asistido a más de 50.000 personas y rescatado a más de 1.000 solo en la isla de Lesbos.
El caso de estos tres españoles se suma a la larga lista de organizaciones, voluntarios y activistas detenidos en Europa por ayudar a salvar vidas. Otro caso muy sonado fue el de la activista Helena Maleno (El Ejido, 1970), acusada, en este caso, de rescatar a las personas que llegan en pateras a las costas españolas. Más recientemente, el barco de la ONG Open Arms fue retenido en el Puerto del Pozzallo (Italia) durante casi un mes acusado, otra vez, más de asociación criminal y de fomentar la inmigración ilegal por asistir a un barco con 218 migrantes provenientes de las costas libias.