El atacante estaba en el radar de la policía como radicalizado. La fiscalía investiga la agresión como un acto terrorista
El terror volvió a golpear ayer sábado en el centro de París. La ciudad se disponía a celebrar la noche cuando un hombre armado con un cuchillo comenzó a apuñalar indiscriminadamente a los viandantes en la calle Monsigny, en la concurrida zona de Ópera. El ataque se ha cobrado la vida de un hombre de 29 años y ha dejado a otras cuatro heridas, dos de ellas de gravedad.
La agresión se produjo poco antes de las nueve de la noche. Según los testimonios de varios testigos, el hombre gritó Allahu Akbar mientras se abalanzaba, cuchillo en mano, sobre la gente que paseaba a esa hora por esa zona del distrito 2 de la capital francesa. Poco después el hombre caía abatido por disparos de la policía. “El agresor ha muerto”, confirmó dos horas más tarde el director de gabinete de la prefectura de policía, Pierre Gaudin, callando los rumores que apuntaban a una posible huida del sospechoso y a su detención posterior con vida.
El fiscal de París, François Molins, confirmó a la medianoche que la agresión se está investigando como un acto terrorista. En concreto, la sección antiterrorista de la fiscalía de París trabaja con los cargos de “asociación terrorista criminal para preparar crímenes contra las personas” y “asesinato y tentativa de asesinato de personas depositarias de la autoridad pública con fines terroristas”.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, también se refirió al agresor como “terrorista” en una serie de tuits en la que mostraba sus condolencias a las familias de las víctimas. “Francia paga una vez más el precio de la sangre, pero no cede ni un ápice a los enemigos de la libertad”, reza uno de esos mensajes.
La identidad del agresor no ha sido revelada. Sí se ha hecho público que se trata de un joven de origen checheno, de 21 años, que estaba en el radar de los cuerpos de seguridad por su posible radicalización.
Según la emisora France Info, el atacante obtuvo la nacionalidad francesa en 2010 y figuraba en el fichero 'S' de los servicios de inteligencia franceses. Ese archivo incluye a más de 10.000 personas a las que los cuerpos de seguridad consideran potencialmente peligrosas para el Estado, aunque no necesariamente hayan cometido ningún delito. Ahí caben desde islamistas radicales a hooligans violentos o militantes de extrema derecha. El joven checheno había sido incluido en el citado fichero por su relación con el marido de una mujer radicalizada que había viajado desde Francia a Siria.
El Estado Islámico reivindicaba su autoría del ataque con un comunicado distribuido a través de la agencia Amaq. “El autor de este ataque con cuchillo en París es un soldado del Estado Islámico. La operación fue realizada en represalia contra los Estados de la coalición”.