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Europa o los fachas: la amnesia disociativa de Albert Rivera

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Europa o los fachas: la amnesia disociativa de Albert Rivera

Que todos incluyéramos a Ciudadanos en un pacto con Vox y el PP tras los resultados andaluces es un síntoma claro de hasta dónde ha llevado Rivera los valores europeístas, demócratas y liberales que dice defender su partido

La irresponsabilidad fue darles esperanzas. Inés Arrimadas eludiendo la pregunta. Ni sí, ni no. “Andalucía necesita un cambio” antes de que sus acólitos corearan “adiós, Susanita, adiós”, infantilizando a la que fue desde 2013 la presidenta de la Junta de Andalucía en un menosprecio típico del señorosmo más rancio.

A pesar de que el PSOE ha ganado, las cuentas no les dan para poder formar gobierno. Pero sí les dan a la derecha. Los 12 inauditos escaños de Vox, que huelen al mismo aire que se respira en San Lorenzo de El Escorial, sumados a los 26 del PP y los 21 de Ciudadanos dan mayoría absoluta, 59 escaños para destronar a Díaz y acabar con los 40 años del PSOE en Andalucía. La irresponsabilidad ha sido dejarlo lo bastante claro como para que todos sumáramos en nuestra cabeza el resultado y dijéramos que sí, que ha llegado el reinado de la derecha.

Albert Rivera se ha dejado cegar por la posibilidad de rozar el poder con su candidato Juan Marín. Ha comprado la coalición con Vox y el PP como el que cambia euros de verdad por monedas de chocolate. Pero ha olvidado que su familia europea lleva más de un año presentándose como adalid de la democracia, los valores europeos, la única y verdadera respuesta ante los ultranacionalistas, los extremistas, los euroescépticos, los fachas como Vox.

Nada más conocer el resultado Guy Verhofstadt, el líder de ALDE, la familia liberal de la que forma parte Ciudadanos, le ha felicitado por el resultado añadiendo una coletilla: “El éxito de la ultraderecha debe, sin embargo, preocuparnos a todos. Nos enfrentamos a una batalla por el alma de Europa en las elecciones europeas de mayo”. Me da igual lo guapa que sea la Capuleto, recuerda que tú eres un Montesco.

La irrupción de la ultraderecha en Alemania, Francia, Italia, Suecia, Austria y los cuatro del grupo de Visegrado ha hecho que los liberales aprovecharan la situación presentándose como alternativa. En Francia, Macron batió a Le Pen en la segunda vuelta por 66,1% de votos a 33,9%. Pero no olvidemos que Le Pen llegó a la segunda vuelta, algo que llevaba sin ocurrir décadas. La batalla se convirtió en lección: los liberales son la única opción frente al facherío.

Fue hace menos de un mes cuando Madrid acogió un congreso anual de ALDE en el que se volvió a incidir en el manifiesto firmado en septiembre por Verhofstadt, Rivera y Macron entre otros. “Ciudadanos está siendo primordial para favorecer la confluencia entre los partidos progresistas y aunar un movimiento liberal que contrarreste las corrientes nacionalistas y populistas que amenazan el Parlamento Europeo”, dijo ese día Luis Garicano, responsable económico del partido y vicepresidente de ALDE. Pero desde hace semanas, Rivera está sumido en una especie de amnesia disociativa. Este miércoles, en rueda de prensa, el líder de Ciudadanos no descartaba el apoyo de Vox para gobernar con el PP a pesar de que esta misma mañana, el exprimer ministro francés Manuel Valls, que se presenta a la alcaldía de Barcelona apoyado por Ciudadanos, llamaba a Rivera a recuperar el sentido común: “Estoy seguro de las convicciones de Ciudadanos. No puede haber ningún pacto con Vox” decía en una entrevista en la SER.

Estamos solo a medio año de las europeas y la intención de los liberales es arrebatarle votos a los conservadores y los socialistas a base del discurso de “nosotros o los fachas”. La ultraderecha, con Le Pen y Salvini a la cabeza, ya ha anunciado que tiene la intención de formar un bloque uniendo a las dos familias de euroescépticos que ya hay en el Parlamento de la UE. Entre ambos calculan quedarse con 119 escaños pasando de ser el 10,4% de la cámara al 16,9%. Por eso cualquier paso en falso de Rivera es un paso en falso de todos los liberales europeos. El discurso de la defensa de las libertades y de la Europa demócrata quedaría en entredicho. Los resultados de mayo podrían ser un desastre.

Pero una alianza de Rivera con Santiago Abascal es un “nosotros con los fachas”. Rivera está en una encrucijada, pactar con la derecha es pisotear la careta de liberal demócrata que lleva colocándose desde la fundación del partido. Pactar con el PSOE es darle de nuevo apoyo a Díaz para gobernar y olvidar el “adiós” que tanto cantaban. La irresponsabilidad de habernos llevado a esa situación es toda suya.

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