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Artículo Justin Trudeau sobrevive y repetirá mandato a pesar de los escándalos Now

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Justin Trudeau sobrevive y repetirá mandato a pesar de los escándalos

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Su imagen de feminista quedó dañada y le han acusado de racista, pero Trudeau seguirá al frente de Canadá

PlayGround

22 Octubre 2019 16:41

Justin Trudeau repetirá como primer ministro de Canadá tras imponerse en las elecciones celebradas este lunes. Su apretada victoria, sin embargo, significa que se verá obligado a gobernar en minoría y a llegar a pactos para poder gobernar.

El Partido Liberal que lidera Trudeau ha obtenido 156 escaños, 14 menos de los 170 necesarios para obtener la mayoría absoluta, mientras que los conservadores se han quedado en 121. Trudeau se ha beneficiado de una distribución de voto más eficiente, ya que el Partido Conservador se ha impuesto en número de votos. Esto convierte a Trudeau en el primer líder canadiense en décadas en perder el voto popular y ganar las elecciones.

Estos resultados ajustados eran difíciles de imaginar hace cuatro años, cuando ganó sus primeras elecciones prácticamente doblando en escaños a su principal rival. Por entonces, Trudeau era visto como una suerte de Kennedy canadiense, especialmente entre la generación millennial. La primera mitad de su mandato fue un camino de rosas, y su aparentemente invulnerable popularidad provocó que diversos de sus potenciales rivales acabaran por retirarse de la política. Pero entonces llegaron los escándalos.

Todo empezó con un fatídico viaje a la India marcado por dos imágenes. La primera fue la foto de la primera dama Sophie Grégoire Trudeau posando junto a Jaspal Atwal en una recepción oficial. Atwal es un ex miembro de una organización extremista sij condenado por intento de asesinato, que fue invitado por el político indio Randeep Sarai, en lo que se consideró un vergonzoso error de seguridad de las autoridades canadienses. Luego fueron las críticas y burlas por el hecho de que Trudeau y su familia vistieran en repetidas ocasiones trajes indios tradicionales.

Más adelante legó el escándalo de la compañía de ingeniería pública SNC Lavalin. Cuando la fiscal general Jody Wilson-Raybould presentó cargos de corrupción contra la empresa, Trudeau y su equipo presionaron en repetidas ocasiones para que los retirara, alegando que se perderían demasiados puestos de trabajo si el proceso tiraba adelante. Cuando la fiscal -que a su vez era la primera indígena en alcanzar el puesto de ministra de justicia- se mantuvo firme en su propósito, Trudeau decidió sustituirla por un hombre blanco. Otra mujer ministra dimitió en solidaridad y todo ello empañó su imagen como autoproclamado feminista.

Finalmente llegó el mes de setiembre y la foto publicada por Time de Trudeau disfrazado de Aladín con turbante y la cara pintada en una fiesta de 2001, a la que siguieron más imágenes y vídeos del primer ministro con el rostro pintado de negro. Aquello le obligó a disculparse públicamente. "Lo lamento profundamente y lamento mucho haberlo hecho", dijo Trudeau, en una conferencia de prensa. "Era algo que no creía que fuera racista en ese momento, y ahora sé que fue racista".

A pesar de estar ya en campaña electoral, la controversia acabó disipándose rápidamente y tuvo un efecto mucho menor de lo esperado para los progresistas en las encuestas. Gracias a ello y a una buena estrategia de campaña, centrada en recordar los recortes y la austeridad del último gobierno conservador, Trudeau ha podido sobrevivir y repetir mandato. A ello también contribuyó el apoyo explícito de Barack Obama a través de Twitter y el hecho de que Donald Trump no se pronunciara sobre las elecciones canadienses.

Puede que la imagen de Trudeau, tanto en lo personal como en lo político, esté erosionada, pero sigue el Primer Ministro de Canadá.

REUTERS/Adnan Abidi
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, su esposa Sophie Gregoire, su hija Ella Grace y su hijo Xavier caminan dentro de las instalaciones del sagrado santuario sij del Templo Dorado en Amritsar, India, 21 de febrero de 2018. REUTERS / Adnan Abidi

Más adelante legó el escándalo de la compañía de ingeniería pública SNC Lavalin. Cuando la fiscal general Jody Wilson-Raybould presentó cargos de corrupción contra la empresa, Trudeau y su equipo presionaron en repetidas ocasiones para que los retirara, alegando que se perderían demasiados puestos de trabajo si el proceso tiraba adelante. Cuando la fiscal -que a su vez era la primera indígena en alcanzar el puesto de ministra de justicia- se mantuvo firme en su propósito, Trudeau decidió sustituirla por un hombre blanco. Otra mujer ministra dimitió en solidaridad y todo ello empañó su imagen como autoproclamado feminista.

Finalmente llegó el mes de setiembre y la foto publicada por Time de Trudeau disfrazado de Aladín con turbante y la cara pintada en una fiesta de 2001, a la que siguieron más imágenes y vídeos del primer ministro con el rostro pintado de negro. Aquello le obligó a disculparse públicamente. "Lo lamento profundamente y lamento mucho haberlo hecho", dijo Trudeau, en una conferencia de prensa. "Era algo que no creía que fuera racista en ese momento, y ahora sé que fue racista".

A pesar de estar ya en campaña electoral, la controversia acabó disipándose rápidamente y tuvo un efecto mucho menor de lo esperado para los progresistas en las encuestas. Gracias a ello y a una buena estrategia de campaña, centrada en recordar los recortes y la austeridad del último gobierno conservador, Trudeau ha podido sobrevivir y repetir mandato. A ello también contribuyó el apoyo explícito de Barack Obama a través de Twitter y el hecho de que Donald Trump no se pronunciara sobre las elecciones canadienses.

Puede que la imagen de Trudeau, tanto en lo personal como en lo político, esté erosionada, pero sigue el Primer Ministro de Canadá.

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