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Artículo La gente te quiere más de lo que crees Now

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La gente te quiere más de lo que crees

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Un estudio revela que somos más duros y negativos con nosotros mismos que con el resto de la gente

A.P.G.

18 Septiembre 2018 16:04

Te despiertas en la cama, después de una noche con amigos, y te quedas un rato mirando el techo. Tienes la sensación de que ayer hablaste demasiado. Tal vez te fuiste de la lengua. O te hiciste demasiado insistente explicando esa historia tres veces. O, quizás, ayer hablaste muy poco (te reprochas a ti misma que podrías haber hablado más, sonreído más, participado más activamente en ese juego de las películas que, en realidad, odias). Quizás, piensas, debería haberme quedado hasta más tarde.

La sensación de no encajar o de no caer bien a la gente es algo perfectamente normal que, más o menos, hemos experimentado todas y todos en algún momento de nuestras vidas. Especialmente al entrar en contacto con un grupo de personas desconocidas que no saben quién eres. Esa primera toma de contacto con alguien nuevo siempre genera algo de presión con uno mismo: ¿Les caeré bien? ¿Entenderán mis bromas? ¿Pensarán que soy un imbécil social porque soy tímido? ¿O porque soy seria?¿Le parecerá interesante nuestra conversación?

Un estudio publicado en la revista Psychological Science, elaborado por científicos de las universidades de Harvard, Yale y Cornell, revela que la gente disfruta más con nuestra compañía y nuestra conversación de lo que realmente nos creemos. Esto es, que existe el denominado “liking gap” que distorsiona la percepción que nosotros tenemos de nosotros mismos respecto a la que tiene el resto de la gente.

El estudio ha analizado situaciones variadas en las que participa gente nueva y hay una conversación: desconocidos en un laboratorio, estudiantes de universitarios o miembros de talleres. Las situaciones podían tener una duración de 2 minutos a 45. El estudio confirma que en todas las situaciones el “liking gap” se muestra prevalente en todas ellas.

Es decir, que la mayoría de personas se van a casa con la sensación de que su conversación no interesó o no gustó tanto a la otra persona. Aunque, en realidad, sí fue así.

El estudio analiza las posibles causas de este desfase y apunta a que se debe, en primer lugar, a una tendencia natural a ser más duros y críticos con nosotros mismos que con el resto de la gente. En un entorno social, además, surge el denominado "miedo al rechazo" que, en mayor o menor medida, toda persona experimenta en su infancia, adolescencia y vida adulta. Este miedo al rechazo se agrava o se aligera en función de múltiples factores como la autoestima de la persona, el entorno social en el que se mueve o las particularidades concretas del hecho social en cuestión. No es lo mismo quedar con tu mejor amiga que conocer a los padres de tu pareja o asistir a una cena de etiqueta por primera vez en tu vida.

Por otro lado, según el estudio, también es determinante para que se dé este "liking gap" en que normalmente nuestras compañeras de conversaciones, sobre todo si son nuevas, no expresan o manifiestan de forma explícita si están o no disfrutando de la conversación.

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