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México creó una de las empresas más sucias del planeta: Pemex

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Aunque México se sumó al Acuerdo de París, su petrolera Pemex es la más contaminante de Latinoamérica (y pronto generará aún más emisiones)

Pablo León

14 Octubre 2019 18:34

La empresa paraestatal mexicana Pemex es una de las principales emisoras de gases de efecto invernadero a nivel mundial… y planea abrir una refinería más en 2022.

Un estudio de la organización estadounidense Climate Accountability Institute detectó que una tercera parte de estas emisiones contaminantes en el planeta han sido generadas por sólo 20 compañías dedicadas a explotar reservas de petróleo, gas y carbón.

Entre 1965 y 2018, el grupo de empresas —algunas estatales y otras multinacionales de inversores privados— generó un total de 480 mil millones de toneladas de bióxido de carbono y metano por la combustión de sus productos, detalla el reporte a cargo de Richard Heede, especialista en energías renovables.

A nivel Latinoamérica, Pemex es la compañía más contaminante en el listado, con una aportación de 1.67% del total mundial de emisiones; en la región le siguen Petróleos de Venezuela, con 1.16% de las emisiones, y la brasileña Petrobras, con 0.64%.

La paraestatal mexicana ocupa el lugar 9 de la lista, antes que ella figuran Saudi Aramco (que lanzó 4.38% del total de emisiones), Chevron, Gazprom, ExxonMobil, National Iranian, BP, Royal Dutch y Coal India.

Actualmente, la Secretaría de Energía mexicana se encuentra en las primeras fases de uno de los proyectos más relevantes para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador: la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, con la que pretende aumentar la producción de gasolina y diésel para reducir la importación.

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AMLO hablando sobre Pemex en una de sus conferencias mañaneras.

“Vamos a transformar a Pemex y vamos a transformar a México”, dijo AMLO en marzo pasado, al conmemorar la expropiación petrolera de 1938. “Vamos a rescatar esta industria tan importante para el desarrollo del país, va a ser palanca para el desarrollo de México”.

Pero el supuesto impulso económico de esta nueva refinería iría acompañado de un grave impacto en la calidad del aire, de acuerdo con un informe del propio Pemex al cual tuvo acceso Reuters. El documento señala que el proyecto promediará, cada hora, la emisión de 4 mil 505 kilogramos de óxido de nitrógeno, 10 mil 779 de monóxido de carbono y 62 mil 670 de dióxido de azufre.

Aun así, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente, responsable de evaluar el impacto y riesgo ambiental, autorizó el proyecto en Tabasco.

El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) ha alertado que la contaminación que generará Dos Bocas podría hacer que México incumpla el compromiso de reducir sus emisiones, establecido en el Acuerdo de París. De acuerdo con el organismo, la refinería emitirá cada año 2.16 millones de toneladas de CO2, una polución similar a la que dejan 855 mil 20 vehículos.

Para Jorge Martínez Pérez Tejada, activista de Fridays For Future México y Citizens Climate Lobby, el problema central es la dependencia de hidrocarburos, por lo que en vez de generar mayor producción de combustible, se debería reducir su demanda cambiando el modelo de movilidad por uno centrado en peatones, ciclistas y transporte público, preferentemente eléctrico.

La refinería va en dirección totalmente opuesta, agrega en entrevista, a los acuerdos suscritos por el país para bajar la generación de contaminantes e iniciar una transición hacia las energías renovables. “México está muy lejos de llegar al 50% de reducción de emisiones para 2030”, señala el ingeniero especialista en energía.

El país tiene seis refinerías actualmente, pero tres de ellas ya operan con capacidad reducida. Una de las plantas se encuentra en el municipio hidalguense Tula, donde apenas en julio pasado, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales declaró una emergencia ambiental por la contaminación del aire y el agua.

“Se combina la presencia de varias industrias, entre ellas la refinería de Pemex, cuatro cementeras, tres caleras y, especialmente, la presa Endhó, que recibe las aguas residuales de la Ciudad de México y presenta altos niveles de concentración de mercurio, arsénico, plomo, bario y de fenoles que generan enfermedades en la población”, señaló la autoridad ambiental.

Sabían de la crisis ambiental que estaban causando

Desde mediados de la década de 1960, líderes de la industria y políticos conocían el impacto climático de los combustibles fósiles, señala el reporte del Climate Accountability Institute.

“Las compañías de combustibles fósiles, desde nuestra perspectiva, han generado y comerciado sus productos entre miles de millones de consumidores, a sabiendas de que su uso empeorará la crisis climática”.

Es necesario, agrega, que las empresas que valoren su licencia social para operar respeten la ciencia climática y se comprometan a reducir la producción de combustibles fósiles, alineándose con el Acuerdo de París, y que respalden la descarbonización de la economía global.

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Sede de Pemex en Ciudad de México.

PlayGround buscó a Pemex para conocer su postura sobre la contaminación que ha generado y la que provocará la nueva refinería, pero la paraestatal no dio respuesta.

México y su dependencia del petróleo

Andrés Manuel López Obrador no es el primer mandatario mexicano en apostarle su presidencia al petróleo.

En la década de los 70, con nuevos yacimientos petroleros encontrados en Tabasco y Campeche, el entonces presidente, José López Portillo, decidió usar el petróleo como eje económico, aprovechando el aumento de precios generado por el “shock petrolero”.

“Tenemos que acostumbrarnos a administrar la abundancia”, declaraba triunfalista López Portillo… pero poco después, los precios del petróleo se desplomaron y México cayó en una crisis económica en 1982.

A lo largo de las últimas décadas, el peso de Pemex en la economía nacional ha ido en declive. De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, la aportación al PIB de la extracción de petróleo y gas pasó de 8.8%, en 1993, a sólo 3.2% en 2019.

Pemex tiene un nuevo plan de negocios que fue presentado en julio pasado por AMLO, quien explicó que durante los primeros tres años de su sexenio, fortalecerá a la paraestatal con presupuesto y menos impuestos, con miras a que en los últimos tres años de su gobierno comience a aportar al desarrollo nacional.

“Se ha actuado bien en el rescate de la industria y estamos optimistas a pesar de que los adversarios quisieran que nos fuera mal en eso y otras cosas, pero se van a quedar con las ganas”, afirmó.

Dos meses después, el secretario general de la de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría, afirmó que la situación de contingencia de Pemex representa un riesgo para la economía mexicana.

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