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¿Por qué ya nadie quiere a Carmelo Anthony?

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Houston Rockets le corta tras 10 partidos: ni las superestrellas sobreviven en la NBA más darwiniana de la historia

Omar Naboulsi

16 Noviembre 2018 14:01

Pocos anotadores más prolíficos que Carmelo Anthony ha visto la NBA en los últimos 15 años. Un icono del baloncesto mundial que a sus 34 años parece que nadie quiere en su equipo. De nada le sirve ser considerado el 95° mejor jugador de todos los tiempos según la revista Slam o el número 68 para Bleacher Report: Melo lleva 3 temporadas siendo despreciado por la NBA, como si nadie recordara ya que ha disputado el All Star en 10 ocasiones.

Los Houston Rockets han sido los últimos en pasar de él anunciado que cortarán su contrato, aunque solo haya jugado 10 partidos con ellos.

Pero, ¿por qué lo han hecho?

El rendimiento de Melo en este primer mes es muy discutible. Ha promediado 13,4 puntos por encuentro -la media de su carrera son 24- y no ha logrado aportar lo suficiente en el equipo de Harden y Chris Paul. De hecho, la semana pasada ante OKC Thunders -su penúltimo equipo- De firmó uno de los peores partidos de su carrera: se quedó en 2 puntos con un 1/11 en tiros y un 0/6 en triples.

Es sólo la segunda vez que Anthony anota tan sólo una canasta en un partido en el que lanzó al menos 10 veces. Para encontrar el único antecedente hay que remontarse hasta su temporada rookie.

Está desacertado, pero él también es víctima del inicio horrendo de temporada de los Rockets y no el culpable de la mala marcha del equipo. El general manager Daryl Morey se deshizo de los gladiadores que hicieron frente a los Warriors la pasada temporada -Luc Mbah a Moute, Trevor Ariza y Ryan Anderson- y fichó a Carmelo. El problema es que para que Melo pueda desarrollar su juego necesita jugadores que cubran sus carencias defensivas y no aglutinen demasiado balón, precisamente el prototipo de currantes que se han marchado.

P.J. Tucker y Capella no pueden tapar todas las vergüenzas, así que la franquicia ha decidido cortar por lo sano y apostar por el rookie Gary Clark.

Muchos piensan que Carmelo está fuera del equipo por culpa de Mike D'Antoni, que ya lo tuvo como entrenador en los Knicks y nunca tuvieron una gran relación, pero los problemas de Anthony se remontan a 2015.

Concretamente en el mes de febrero de ese año, cuando se opera del tendón rotuliano de su rodilla izquierda para acabar con unas molestias que le perseguían. Desde entonces fue cayendo su importancia en los NY Knicks y se dejó llevar. Los mejores años de su carrera los pasó en una franquicia sin aspiraciones reales al anillo al principio, para acabar con una banda de jóvenes que no conseguía ganar partidos.

Tras dos temporadas en las que se puso en duda el compromiso de Melo con la franquicia de la Gran Manzana, la dirección le traspasó a los Thunders en el verano de 2017. Volvía al oeste para formar un Big Three junto a Russell Westbrook y Paul George que prometía dar guerra a los Warriors, pero nada más lejos de la realidad.

Perdieron en primera ronda de los Playoffs contra los Utah Jazz mostrando un juego coral horrible durante toda la temporada y Carmelo volvió a ser señalado.

Solo metió 16 puntos de media y se le acusó de no saberse ajustar a su nuevo rol de actor secundario, aunque Westbrook también recibió muchas críticas por no saber involucrarle. En su defensa hay que decir que el entrenador limitó a Carmelo a ser un tirador estático desde las esquinas, cuando siempre ha sido un anotador total.

Sea como sea, los Thunders tampoco le quisieron más en sus filas y le empaquetaron a Atlanta Hawks cuando acabó la temporada. En un equipo en plena reconstrucción no es lo más indicado tener a una estrella en horas bajas que quiere ganar un anillo antes de retirarse, así que cortaron su millonario contrato y se fue a los Rockets cobrando el mínimo de veterano.

Un desfile por diferentes franquicias hasta llegar a la agencia libre en pleno noviembre y con la temporada a medias. Los mayores críticos de Carmelo dicen que su situación actual se debe a su ego e individualismo en pista, aquello de "no se sacrifica lo suficiente", pero la realidad es que ha sido devorado por el darwinismo de la NBA.

En los últimos años se buscan jugadores versátiles con un alto nivel físico y que sean capaces de hacer de todo en la cancha. Carmelo puede jugar de 3 y de 4, ocupando el prototipo de todoterreno moderno, pero sus piernas ya no dan para tanto y durante su carrera se ha limitado a encestar, dejando de lado la creación de juego. Además, la tendencia a lanzar de 3 como si no hubiera un mañana tampoco le beneficia, ya que es uno de los pocos jugadores que prefiere machacar a sus rivales con el lanzamiento de 5 y 6 metros. Por esa razón siempre era uno de los más destacados en los torneos internacionales con USA: tiene un talento natural para dominar el baloncesto con normas FIBA.

Su futuro inmediato pasar por buscar algún equipo con aspiraciones que necesite un metepuntos, ya sea desde el banquillo o con papel protagonista. Los Lakers de LeBron James y los Sixers de Joel Embiid ya están en las quinielas para hacerse con sus servicios, a sabiendas que si consiguen que se sienta a gusto pueden llevarse una estrella a precio de saldo.

Ahora falta saber si Melo sabrá adaptarse, de lo contrario es posible que la NBA ya no vuelva a confiar en él.

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