Sin el VAR, España estaría eliminada. Y ahora, ¿quién pone la mano en el fuego por que España gane a Croacia, Bélgica o México?
La selección española está en octavos del Mundial como primera de grupo. Si de clasificarse se trataba, objetivo cumplido, pero los aficionados le exigen más.
Viendo la plantilla es lógico que le pidan más a una de las plantillas más profundas de todo el torneo. España no pudo pasar del empate ante Marruecos -y gracias- y sufrió lo indecible para ganar por la mínima a Irán. Una defensa llena de boquetes -5 goles recibidos en 3 partidos- y cierta lentitud en la circulación del balón hacen que el juego no sea demasiado atractivo.
¿Los resultados? Aceptables, pero la manera de conseguirlo dejan con una desazón terrible a la hinchada.
Las demás selecciones también han jugado sus cartas para anular el toque de España encerrándose en su área y aprovechando las contras. El problema es la debilidad defensiva del equipo de Hierro y la sensación de que cada vez que les atacan va a ser una ocasión clara. Por el nivel de los jugadores tampoco debe cundir el pánico, en cualquier momento pueden destrozar al equipo que se les ponga por delante.
Sin embargo, España deja un regusto agridulce, el que queda cuando alguien se lleva un premio demasiado grande para los méritos realizados.
El VAR como salvavidas
Si no fuera por la tecnología, la selección española estaría eliminada en la primera fase. A las 21.48 horas de la noche de ayer, Iago Aspas marcaba de tacón a Marruecos en una posición dudosa y el portugués Cédric tocaba el balón con la mano en el área en su partido frente a Irán. El gol del gallego puso el empate en el marcador por el VAR, ya que el colegiado había señalado fuera de juego. Irán convirtió su penalti tras revisión del videoarbitraje, haciendo que España se pusiera primera de grupo en 2 minutos.
Lo que no se consultó es que en la jugada previa del córner que remata Aspas el balón había salido por línea de fondo y era balón para Marruecos.
Tan mal sentó la intervención del videoarbitraje a los marroquíes que Nordin Amrabat, una vez acabado el partido, buscó una cámara para gritar "VAR, bullshit" -el VAR es una mierda-.
En el segundo partido frente a Irán, España también ganó el partido por la intervención tecnológica, ya que el VAR anuló el gol del empate a los iraníes. Para estas jugadas decisivas se introdujo el sistema de videoarbitraje, pero sin él España ya estaría volviendo a casa.
Hierro no se moja
"La primera conclusión es que, a pesar de todas las dificultades, hemos terminado primeros. Evidentemente tenemos que mejorar y hacer la autocrítica necesaria. Cinco goles en tres partidos no es el camino. Debemos ser exigentes con nosotros mismos". Hierro se encontró con el papelón de coger el equipo tras el despido de Lopetegui, pero eso no quita que su gestión esté siendo dudosa, de ahí estas duras palabras al acabar el partido ante Marruecos.
En el banquillo han faltado ideas para desarticular a los rivales. Teniendo el mejor mediocampo del mundo, Fernando Hierro no ha sabido cómo agitar la coctelera cuando era necesario.
Un día jugó Koke, otro Lucas Vázquez y ayer Thiago, siempre acompañando a Busquets, Iniesta, Isco y Silva. Falta una apuesta por un corte definido: el músculo del colchonero, el juego por banda de Lucas o las combinaciones de Thiago, pero hay que mojarse.
En las segundas partes tampoco ha sido demasiado resolutivo. Cambios previsibles de hombre por hombre y poco protagonismo para Asensio, Aspas y Saúl.
Especialmente sangrante parece el caso de Aspas, que ayer marcó y cada vez que sale del banquillo parece darle soluciones en ataque al equipo. Muchos piden su entrada en el once por Iniesta o Silva, ya que ambos están demostrando un nivel bastante discreto para ser jugadores de talla mundial.
El liderazgo de Isco, el mejor futbolista de la selección en el torneo, y el rendimiento de Diego Costa son los tantos que debe apuntarse Hierro.
Los resultados no son suficientes
Desde fuera parece que, jugando así, España no llegará muy lejos en el Mundial. Ni siquiera sería favorita contra Rusia en los octavos de final.
Antes de empezar el torneo todo el mundo firmaría quedar primeros de grupo y acceder al cuadro "fácil" del Mundial, pero a día de hoy pocos lo celebran. La selección no ha dado un golpe sobre la mesa para demostrar que es una de las favoritas para campeonar, tan solo ratos de buen juego contra Portugal e Irán.
¿Quién pone la mano en el fuego por que España gana a Croacia, Bélgica o México?
La intranquilidad está instalada entre una hinchada convencida de que su selección no se ha merecido pasar como primera, pero que aún está a tiempo de reaccionar. De momento seguirán confiando, aunque con reservas.
