El tráiler de la secuela superheroica más esperada de la temporada es tan descacharrante y violento como podíamos esperar
Tras unos avances más que prometedores, por fin llega el tráiler de Deadpool 2. Viene con golpes secos de katana, tiros que dejan boquetes, y poderes mutantes más allá de la imaginación.
–Cumple con las expectativas y las supera –resuelve Deadpool al final de la pieza.
–Joder, seguro que nos sacan la tres –le contestan.
–No, para qué. Plantaros en la dos que, es la polla.
¿Descripción falocéntrica? Seguro. ¿Precisa, viendo el tráiler? También. Deadpool 2 parece una versión en el filo de Terminator: Cable, un soldado mutante venido del futuro, viene a por un joven con poderes que Deadpool y los suyos tendrán que proteger. ¿Que quiénes son los suyos?
X-Force, claro.
“Montaremos el puto-hiper-mega-escuadrón. Que sean duros, de moral flexible y lo bastante jóvenes para montar una franquicia”, dice Wade Wilson, de su supergrupo mutante. De entre todos ellos, brilla con luz propia Zazie Beats como Domino.
Beats, a la que descubrimos en Atlanta, iba a tener, en un principio, menos presencia de pantalla en Deadpool 2. Su performance, sin embargo, impresionó tanto a los responsables de la película, que se dispusieron a hacer reshoots con ella para darle más protagonismo dentro del filme.
–Y es por eso que la peli Uno para todas es pura pornografía –dice Wade.
–Ojalá hubiera acabado la universidad... –contesta Domino.
¿Más momentos memorables dentro de este avance? Muchos de ellos suceden en la Mansión X, centro de operaciones de los X-Men: allí, Deadpool le mete mano a Coloso, juega con la silla de ruedas del Profesor Xavier, y saca a volar el famoso X-Wing.
Como la primera entrega, esta secuela promete ser un festival de meta-cine, vísceras y explosiones para mayores de 18 años –algo que nunca tendrán los títulos de Marvel Studios, de la que esta saga no forma parte por una cuestión de derechos.
“A veces”, nos recuerda el propio Wade, “toca jugar sucio”.
Deadpool 2, y por ello debemos dar las gracias, es una de esas veces.