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Yasuke: la misteriosa historia del primer samurái negro sigue fascinando

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500 años después, su leyenda sigue muy viva

PlayGround

14 Octubre 2019 19:59

Cuando Yasuke llegó a Japón en 1581, la gente pensó que estaba viendo a un dios. En un país en el que la inmensa mayoría de población nunca había visto a un africano, su piel oscura y sus 188 centímetros de altura causaron sensación. Era tal la expectación que en Kioto, por entonces la capital del país, las personas trepaban unas sobre otras para poder verle.

"Cuando llegó a Kioto (con misioneros jesuitas), hubo un motín masivo. La gente quería verlo y estar en su presencia", explica Thomas Lockley a la CNN. Lockley es el autor de African Samurai: The True Story of Yasuke, a Legendary Black Warrior in Feudal Japan, un libro publicado en abril de este año que repasa la biografía de esta figura legendaria.

El hombre en cuestión fue un guerrero africano que alcanzó el rango de samurái bajo el gobierno de Oda Nobunaga, un poderoso señor feudal japonés del siglo XVI que fue el primero de los tres unificadores de Japón.

yasuke

Un año después de llegar al país, Yasuke hablaba japonés con fluidez, luchaba junto a Nobunaga en la batalla e impresionaba a todo aquel que se cruzaba con él. No en vano, hay que tener en cuenta que la altura promedio de un hombre japonés en 1900 era de 157,9 m, 30 cm menos de lo que medía Yasuke.

Su legado como primer samurái africano de la historia sigue muy vivo en Japón, donde genera desde libros infantiles a una serie de manga titulada Afro Samurai. Su historia ha reemergido recientemente debido a que los próximos Juego Olímpicos de Tokyo están llevando al tradicionalmente homogéneo país a revisar su multiculturalidad.

Pero no solo interesa en Japón: el pasado mes de mayo se anunció que Chadwick Boseman, la estrella de Black Panther, encarnará a Yasuke en una producción de Hollywood con guión de Doug Miro, cocreador de Narcos.

Unos orígenes inciertos


Los orígenes de Yasuke siguen siendo un misterio ya que no existen registros de su fecha o país de nacimiento. La mayoría de historiadores creen que era originario de Mozambique, pero algunos han sugerido otros países como Etiopía, Nigeria o Sudán.

Lo que sí se sabe es que Yasuke llegó a Japón con un jesuita italiano llamado Alessandro Valignano, y que aparece en los registros históricos solo entre 1579 y 1582. Se cree que de niño fue vendido como esclavo y traficado a la India, dónde se convirtió en el guardaespaldas de Valignano.

Ambos llegaron en barco junto a su séquito al puerto de Kuchinotsu en Nagasaki, en la isla de Kyushu, en el sur de Japón, en 1579. El objetivo del viaje de Valignano, que había pasado seis años viajando desde Roma a través de países como Portugal, Mozambique, India, Malaya y Macao, era convertir a miles de japoneses al cristianismo.

Cuando llegaron a Kioto para reunirse con Nobunaga, este no creía que existieran personas negras. Incluso frotó la piel de Yasuke para tratar de "limpiarla". Pero una vez convencido de que era real, inmediatamente ordenó organizar una fiesta en su honor.

Los dos hombres se entendieron desde el principio. Yasuke entretenía a Nobunaga con sus historias de África e India, y le impresionaba con sus hazañas y su fortaleza física. Existen rumores de que, incluso, podrían haber mantenido relaciones sexuales.

Al marcharse de Japón, Valignano "ofreció" Yasuke a Nobunaga. Fue entonces cuando se convirtió en samurai. "Yasuke fue visto inicialmente como una fuente de entretenimiento ya que era una novedad, pero en un mes se convirtió en un valioso samurái y miembro del séquito de Nobunaga", explica Lockley.

De samurai a ronin

Yasuke se convirtió en el primer samurái extranjero de la historia de Japón. Como tal, se le otorgó una paga, sirvientes y una espada japonesa ornamentada. Como parte de su círculo íntimo, el samurái africano luchó junto a Nobunaga contra otros clanes. También cenaba con el señor, un honor reservado unicamente a un selecto grupo de personas.

Su cercanía con Nobunaga hizo que también estuviera presente la noche de 1582 en que uno de sus generales, Akechi Mitsuhide, se volvió contra él y prendió fuego a su palacio.

Nobunaga quedó atrapado en una de las habitaciones y se vio obligado a suicidarse mediante el ritual del seppuku o harakiri. La leyenda cuenta que, antes de hacerlo, el señor feudal pidió a Yasuke que le decapitara y llevara su cabeza y espada a su hijo. Según los historiadores, esto era una señal de gran confianza.

Tras la muerte de Nobunaga, los registros de Yasuke se volvieron más escasos. Las últimas referencias a su figura fueron de fuentes jesuitas en 1582, pero su destino es incierto.

Una posibilidad es que fuera capturado y enviado de regreso a Nagasaki para trabajar con la comunidad jesuita. Algunas evidencias apuntan a que Yasuke trabajó como asesor comercial de señores japoneses en el suroeste de Japón y posiblemente viajara a Filipinas y la península de Corea.

Otra opción es que fuera empleado como como marinero o pirata, dada su amplia experiencia en alta mar y la gran fuerza física que se le atribuía.

Un legado que perdura

Fuera cuál fuera su destino final, la vida de Yasuke ha sido re-imaginada en diversas ocasiones a través de la ficción.

En 1968, el autor Yoshio Kurusu convirtió su historia en la base de un galardonado libro infantil llamado Kurosuke. El libro dramatiza la vida de Yasuke y termina con una nota agridulce: después del suicidio de Nobunaga, Kuro-suke (Yasuke) es llevado a un templo donde sueña con sus padres en África y llora.

‘Kuro-suke’, de Kurusu Yoshio
‘Kuro-suke’, de Kurusu Yoshio

Otro libro, el de Lockley, plantea la posibilidad de que Yasuke tuviera descendientes que sigan viviendo en Japón. Es plausible que Yasuke tuviera varias esposas y el libro contiene una foto intrigante tomada en 1864 de un asistente de samurái que parece ser de raza mixta.

Para Lockley, la fascinación por su historia sigue perdurando debido a “la tragedia de alguien que se levanta de la nada para convertirse en un héroe en un país lejano y luego tal vez lo pierde todo de nuevo”.

Sea como sea, 500 años después, la historia de este misterioso samurái sigue más viva que nunca.

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